niños manos
Imagen de recurso.

Germán Pareja

Después de haber recibido la noticia de la muerte de Gabriel, ese niño con sólo 8 añitos, y tras el transcurso de varios días escuchando y viendo noticias al respecto, he observado desde el lado más oscuro del ser humano, intentando ver con la ilógica y el sin sentido de lo ocurrido.

Y como se conjetura y se van montando múltiples escenarios alcanzando la mente de un ser perturbado, poniendo en situación a millones de espectadores, con un intento de hacer llegar a todos el lado más oscuro de una mente retorcida, ofreciendo una gran diversidad en cuanto a las pretensiones de este ser malévolo, cayendo incluso en lo más obsceno y macabro del hecho.

Hemos llegado a oír por parte de algunos que se hacen llamar profesionales el relato como si de una película de terror se tratara, donde el protagonista fuese Jack el destripador, y las posibles intenciones de esta Sra. en cuanto al cadáver del pequeño Gabriel, conocidos ya por todos como el "pescaito". Hemos vivido muchos días de angustia y desesperación ante la desaparición de este niño, y luego hemos sufrido el inmenso dolor ante la trágica noticia de su asesinato. La reflexión como padre me ha llevado a ver la irresponsabilidad por parte de de algunos en cuanto a sus argumentos intentando de algún modo alcanzar la noticia con intenciones poco claras. He observado con perplejidad cuanto se ha dicho y conjeturado con la información.

He visto o al menos he intentado ver desde distintos ángulos como padre la situación mantenida por el padre de Gabriel, que ha tenido que convivir durante algunos días con la asesina de su hijo con normalidad siguiendo al parecer instrucciones de los verdaderos profesionales que investigaban el caso. Pues por más vueltas que le he dado y por mucho que me he querido aproximar a la situación, no lo logro entender, porque yo seguramente no hubiese sido capaz de actuar con una cierta normalidad ante esta persona.

No me lo puedo imaginar por mucho que lo pretenda como se puede alcanzar ese estado de casi catatonia para poder compartir un minuto con la que supuestamente ha truncado la vida de mi hijo. Puedo intentar comprender que ante el dolor, rabia, y desesperación, un padre puede llegar a hacer cualquier cosa para y con el único fin de dar solución y ayudar a resolver el caso. Aunque debo decir con total honestidad que yo no hubiese sido capaz de soportar ni siquiera compartir aire con ella. Quizá suene exagerado pero creo que yo hubiese atentado contra su vida...

No pretendo equivocar a nadie con esta reflexión, pero a veces los padres y adultos somos responsables de muchas de las cosas que les pasan a nuestros hijos, y debemos asumir el reto de saber con una cierta seguridad de con quién estamos y compartimos nuestra vida. No pretendo culpar a ese padre afligido y lleno de dolor, pero vuelvo a insistir que al igual que no hubiese soportado vivir ni un solo minuto con ese ser terrible, tampoco sería capaz de vivir con la certeza de ser el responsable de haber acercado a mi hijo a una asesina, seguramente penará por ello durante el resto de sus días...

Lo siento pero es una reflexión, "MI REFLEXIÓN COMO PADRE". Mi más sincero pésame a la familia, yo también me he sentido Gabriel.