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Los reyes de España y Marruecos, durante un encuentro.

José María Rodríguez, vicepresidente de la Gestora de VOX-Ceuta

No señores, no hago una propuesta para la nueva película de James Bond, es simplemente hablar de la última inversión del gobierno español para engrasar las relaciones con el amigo-enemigo del sur… cuarenta millones de euros para dispersar a los menas entre las distintas administraciones españolas… un verdadero “chocolate del loro” pero que se suma al reguero continuo de dinero que se le entrega al gobierno marroquí para que nos haga el trabajo sucio en nuestras extensas fronteras africanas. En principio seguro que es una solución más económica que movilizar más fuerzas policiales. O incluso tener que acudir a las fuerzas armadas pasando la vergüenza de ser el gobierno menos humanitario de la UE… como siempre “más papistas que el papa”, más europeístas que nadie…

Seguramente abonar con un poco de dinero el huerto trasero magrebí es una estrategia sensata… el grave problema de esta forma de actuar es la carencia de un “plan b” diseñado por los distintos gobiernos de Madrid, sean de derechas o de izquierdas. Las continuas concesiones nos hacen rehenes de “Su Majestad Alauita” en temas cada vez más importantes: terrorismo salafista, administración religiosa, inmigración ilegal y descontrolada, menores no acompañados… España sigue cómo siempre:” ni pega ni paga” o “paga y no pega” como se decía de la Guerra del Rif. Nuestros políticos viven del imaginario colectivo del ciudadano medio: los asuntos magrebíes son peligrosos. Seguramente es una opinión sensata.

Pero dentro de este imaginario labrado en los distintos enfrentamientos España-Magreb, siempre jugaron un papel importante el miedo, el “buenismo” y la ignorancia. El miedo justificado por los sangrientos desastres que sufrieron generaciones anteriores; la ignorancia de pensar que Marruecos está a miles de kilómetros y de que estos temas sólo afectan a los sufridos ciudadanos de Ceuta y Melilla. Como mucho alguna costa andaluza o intermitentemente a las Islas Canarias… es el mismo cálculo ignorante que hizo el frente popular cuando las tropas coloniales cruzaron el Estrecho en el 36.

El tercer tópico es el “buenismo”: Marruecos es el hermano del sur. No nos engañemos las relaciones siempre han sido tensas. No defiendo que las relaciones empeoren, pero sí que la dependencia, que tanto beneficia interesa y gusta al reino del Magreb, sea disminuida todo lo posible. Las políticas cortoplacistas no son políticas de estado. Todos los problemas que nos genera Marruecos no pueden ser satisfechos con dinero y poniéndonos en sus manos. España piensa que el vecino del sur es una especie de hermano pequeño, “tutelable”, pero la realidad es otra: España es Esaú y Marruecos el avispado Jacob, como en el episodio bíblico, detrás la primogenitura de Isaac. Al final España se vende por un plato de lentejas y el hermano pequeño se sale con la suya. En el fondo el gran problema de nuestro país es que nuestros políticos no le dan continuidad a la política internacional mientras que en el gobierno magrebí, en el fondo, siempre gobiernan los mismos. Nos tienen cogida la medida

España no es una potencia de primer rango, pero no se puede poner al servicio de “Su Majestad Alauita” eternamente. Esto nos sitúa internacionalmente por debajo de un país del tercer mundo. No se trata de hacer políticas jingoístas, pero tampoco disfrazar de diplomacia de alto nivel el “pan para hoy y hambre para mañana”…

Así seguiremos bajo protectorado marroquí, pagando directamente al Majzén dinero o invirtiendo en la marginalidad que nos coloca. De eso sabemos mucho los ciudadanos españoles del norte de África.

Grotescamente, sin apenas salir de la crisis y con peligro de una inminente recesión económica, seguimos siendo el “pagafantas” de nuestra región, con la sangrante realidad de que nuestros recursos son desviados a otros países mientras se precarizan nuestra sanidad, nuestra educación, nuestros servicios sociales…

Ceuta con una inversión sanitaria y educativa cada vez menor, con una crisis comercial grave, ve como vuelven a pasar los millones de euros por sus narices, a satisfacer a Marruecos y a las políticas cortoplacistas de nuestros políticos de Madrid que se han puesto al servicio de los gobiernos magrebíes.