Carlos Verdejo

Falta apenas un año para las elecciones municipales y esta vez se percibe más incertidumbre que nunca. Caballas tiembla porque su electorado más radical se marcha agónicamente hacia MDyC con una, por el momento, impoluta Fatima Hamed. El escándalo de la detención de Alí (a la espera de juicio) ha hecho un daño irreparable, no es fácil olvidar a quien sale de comisaría tapándose la cara. Sus puntos fuertes se basan en el clientelismo y el poder del cacique Aróstegui en su sindicato.

En el PSOE, con una guerra interna que no parece tener fin mientras Búscome exista, deben ser conscientes de que a lo máximo que pueden aspirar es a partido bisagra. Mantener la fidelidad de sus votantes es el objetivo primordial a la espera de un descalabro del PP que les permita jugar sus cartas en el arte de los pactos.

En la bancada naranja, ya están preparando un noviazgo con el PP. Salvar la cabeza del imputado Torrado ha sido la última muestra de lo que se está cociendo entre bastidores. Con las encuestas que dejan a Vivas a las puertas de la mayoría absoluta, los Ciudadanos de Karima y Piku suspiran por ser los elegidos para formar coalición y comer parte de pastel. Fundamental ganarse el cariño de Vivas estos meses, antes de novios hay que ser amigos y en eso andan.

En lo que respecta al PP, su mejor opción es rezar. Ante tal pasividad, cualquiera diría que esperan una solución divina (no está muy claro de qué deidad). En el tema MENA, no se presiona a Delegación del Gobierno para que ejecuten soluciones en Madrid. La permeabilidad de la frontera, más de lo mismo. Con la marroquinización de la ciudad, la actitud es similar, el entreguismo. La oficialización de la festividad del borrego marcó la tendencia a seguir de quienes temen cualquier confrontación. Como medida contra el hundimiento económico, nuevas estatuas y farolas. Hacinados en corrupción, clientelismo, enchufismo…  Se antoja heroico conservar la mayoría. Sus bazas son el ‘miedo al moro’ y la no existencia de una alternativa de derechas.

No obstante, quien podría revolucionar el tablero por completo si presenta una candidatura seria, es VOX. Sostienen sin medias tintas cuestiones como la devolución de los MENA y los inmigrantes ilegales, la necesidad de combatir mafias y radicalismos, defienden la identidad española de la ciudad... Su discurso puede ser la pesadilla de un PP acostumbrado a ganar, por no tener en frente un rival de línea dura. Veremos si en unos meses dan el paso definitivo para argumentar sus postulados en escena pública.

Con todo esto, se presenta un año apasionante. Con la llegada en ciernes del verano, decaerá toda actividad y los partidos de la asamblea firmarán la correspondiente tregua estival. Septiembre dará apertura a un curso imprevisible. No obstante, algunas cosas no cambiarán, como que los MENA pueden sentirse aliviados mientras gobierne Juan Vivas. Que empiecen las apuestas.