trabajadores prisión

Asamblea de Trabajadores de Fuerte Mendizábal

Los trabajadores penitenciarios de Ceuta continúan con el encierro de protesta iniciado el 9 de octubre por los miembros de la Asamblea de Trabajadores de Fuerte Mendizábal dentro del contexto general de movilizaciones protagonizado por el movimiento asambleario ‘Tu abandono me puede matar’.

Transcurrido un mes desde el inicio del encierro ceutí, los trabajadores persisten en esta medida con buen ánimo y firme determinación, convencidos de que con ello se podrá impulsar finalmente una serie de mejoras en el servicio público penitenciario de Ceuta que los propios trabajadores prestan a sus administrados, los internos y sus familiares.

“Queremos poner el servicio público penitenciario de Ceuta en el lugar que por derecho le corresponde y estamos convencidos de que nuestras justas reivindicaciones serán escuchadas y aceptadas por la Administración Penitenciaria porque son de ley y de justicia”, ha manifestado José Luis Gutiérrez, portavoz de la Asamblea, que ha añadido que “para alcanzar dicho objetivo hemos basado nuestras peticiones en cuatro pilares fundamentales”.

  1. Cumplimiento de los internos ceutíes en Fuerte Mendizábal
  2. Dotación suficiente de plantilla para atender a internos y familiares
  3. Implementación de las guardias sanitarias de presencia física
  4. Adaptación de una línea regular d transporte público que facilite el acceso al Centro Penitenciario de las personas sin vehículo propio y escasez de recursos económicos

Aunque se trata de cuatro puntos distintos están relacionados entre sí porque la cárcel siempre castiga con especial crueldad a las personas y familias más débiles, que son también las más vulnerables. De hecho, según Gutiérrez “es una injusticia histórica que las personas que se ven privadas de libertad en Ceuta por resoluciones judiciales, así como sus familiares, tengan que sufrir por sistema la ruptura, el desarraigo y la desvinculación social, lo que supone su quiebra anímica e imposibilita la reinserción social.

Antes, en Los Rosales, la excusa para trasladar continuamente de conducción a los internos ceutíes consistía en que era un centro de preventivos que no reunía condiciones mínimas de seguridad y salubridad. Ahora la nueva retahíla es que no hay plantilla suficiente.

Pues señores políticos, si falta plantilla convoquen plazas y traigan personal, que buena prisa se dieron en construir un Centro Tipo de 1.600 plazas operativas que nos ha costado a los contribuyentes 130 millones de euros. Ha llegado la hora de revertir el problema y de poner soluciones ya; ha llegado la hora de que los internos ceutíes cumplan sus condenas y medidas cautelares en Fuerte Mendizábal. Mantenerlos fuera es una vergüenza pública que atenta directamente contra los derechos humanos, en mayor medida cuanto más pobres y desafavorecidas sean las personas afectadas.

En cuanto a la implementación de las guardias sanitarias de presencia física las 24 horas habría que convocar en primer lugar plazas de médico y ATS-DUE para incrementar la dotación del Fuerte, ya que con la plantilla actual no se puede implantar esta modalidad. Con el sistema actual de guardias sanitarias localizadas no se garantiza correctamente ni el derecho a la salud ni el de la propia vida de la población reclusa, ya que ante cualquier emergencia vital, mientras se da aviso al médico y al ATS de guardia y llegan al Centro Penitenciario, el interno en cuestión -que no puede trasladarse al Hospital por sus medios- podría fallecer.

Para Gutiérrez “una insuficiente dotación presupuestaria no puede estar en ningún caso por encima de la vida de las personas, ya que su vida y su integridad física es e principal derecho que la Administración penitenciaria tiene la obligación de preservar, así que guardias sanitarias de presencia física las 24 horas ¡ya!”.

Por último creemos que resulta de vital importancia la inauguración de una línea regular de transporte público que conecte a la Ciudad Autónoma con el Centro Penitenciario para dar una respuesta social a las personas más humildes que no disponen de vehículo propio y tienen que desplazarse a comunicar o realizar alguna gestión como la recogida de certificados u objetos retenidos de sus familiares en prisión.

Incluso esta medida sería conveniente para facilitar el transporte de los internos que en tercer grado salen a trabajar a Ceuta y regresan a diario al Centro Penitenciario, evitándose de esta forma que tengan que buscar otras alternativas o depender de terceras personas para desplazarse.

Las zonas aledañas de acceso al Centro Penitenciario no están urbanizadas ni tienen acerado, equipamiento urbano o iluminación, por lo que una persona que tenga que ir sin vehículo ni medios económicos debe arriesgar su integridad física si solo puede hacerlo como peatón por su propio pie.

“Entendemos que solucionar este asunto es más una cuestión de voluntad política que de disponibilidad presupuestaria pues tan solo habría que prolongar el recorrido de la línea 6 de autobuses urbanos ya existente”, ha propuesto Gutiérrez.


 

Por todas las razones expuestas entendemos que debemos mantener el encierro como medida de protesta para solucionar esta situación porque de no ser así el abandono de la Administración Penitenciaria puede matar a cualquiera.