¿Tienen facebook? Yo sí, aunque casi siempre lo utilizo para poner fotos de viajes y cosas así.

Pero claro, si lo tienes, lees lo que pone la gente.

Me aterra ver comentarios de personas, incluso amigos, personas que sé que son buenas gentes, personas que incluso sé que me ayudarían si me hiciera falta.

Comentarios, sobre todo, relativos al salto de la valla en Ceuta. Personas, algunos cuasi amigos, que piden venganza, que piden sangre, que piden ojo por ojo.

Me aterra ver sus expresiones de odio, sus ansias de violencia, sus llamadas a la "guerra", sus ganas de que haya dolor, sufrimiento, ganas de sacar a la policía, al ejército si hace falta a la calle para moler a palos a todo negro que salte la valla.

Incapaces de comprender que por cada inmigrante que salta y es violento en cualquiera de sus formas (cal viva, excrementos, etc) y que, por supuesto, condeno desde aquí porque no admito ningún tipo de violencia, hay cien que saltan y no son violentos o simplemente no llegan a saltar porque no llegan vivos a la frontera. Lean ustedes cuántos han muerto este año, muerto.

Me aterra, como digo, tanto odio contenido, tanta opinión visceral, tanta violencia enlatada, tantas ganas de pegar y golpear, tanta crítica vacía, inocua, inicua, malvada, carente de razonamiento, buscando solo el dolor, el daño, la maldad.

No voy a hacer referencia a ninguna de las cosas que he leído, algunas me ponen los pelos de punta. Ni a mi a peor enemigo sería capaz de hacerle la mitad de las cosas que dicen, no podría, la verdad, no tendria alma para ello.

Me preocupa y me asusta el radicalismo que sale de las entrañas de muchas personas, repito, amigos algunos. 

¿Dónde han quedado otra serie de valores? ¿Acaso disfrutamos del dolor ajeno? ¿Somos más felices viendo a la gente sufrir? ¿No hay maneras más civilizadas de arreglar las cosas?

Por supuesto que me dan pena todos los guardia civiles heridos en el último salto y en cualquier salto, faltaría más. Son personas, algunos incluso compañeros, pero también me daría pena ver sufrir a un inmigrante apaleado o torturado, faltaría más. ¿Es que ya no tenemos corazón?

Espero que esa proporción de gente que leo no sea muy representativa de la sociedad, pero me temo...

Harto estoy de recibir hoy el whatsapp del que baja a la playa con su hija y la Cruz Roja lo asiste, le da de comer, etc, hasta que se enteran de que es español y se lo quitan todo. Es cansino, es agotador: prejuicios, estereotipos, falsedades, chistes grotescos, mentiras sobre los móviles que se les regalan a los inmigrantes al llegar o sobre las casas que reciben.

Acabo de llegar de visitar el país de un tal Ghandi. Ojalá se nos pegara solo el 10% de lo que promulgaba. 

Lo que tengo claro es que este odio visceral no nos va a llevar a ninguna parte.