S. J.

1. Yo no estaba allí, no vi los prolegómenos, no palpé el ambiente, no sentí la tensión, no escuché las voces en sotto voce, no vi las miradas, es imposible que yo pueda juzgar con datos en la mano lo que vi en la televisión.

Resumen: si hago un juicio de valor seguramente me equivocaré.

2. Si puedo hablar de lo que sentí; más que bochorno o vergüenza, sentí pena. Pena por ver cómo aquello se tornabav en una pelea de taberna del oeste en la que había que dilucidar quién era el más rápido del oeste.

3. Dice un gran amigo mío que lo que ocurrió allí ocurre todos los días; en la calle, en tu casa, en el trabajo: gente que explota y es incapaz de contener la ira, la ira...¿han visto Seven?

Lo que ocurre es que presuponemos más sentido común y más "saber estar" a nuestros representantes políticos. Dice mi amigo que eso es hipocresía pura: la ira no debería entender de profesiones.

4. Al parecer el origen de todo esto viene de unos Whatsapp privados de Vox en los que se hace referencia a los musulmanes en términos despectivos y culpándolos de todos los males. No sé si son verdad o no, ni idea, pero si lo fueran, el principal problema para mí no es que existan esos WhatsApps; el problema para mí es que los votantes de Vox en vez de condenar esos comentarios los defiendan, y muchos los defienden, creánme. Como si el islam, el budismo o el hinduismo fueran malos per se.

5. Capacidad de crítica y de reflexión: no puede ser (no debería ser, Hegel...) que los votantes de Vox defiendan sin más el comportamiento de sus representantes y que los de Caballas hagan lo mismo. Si damos la razón sin más a los "míos" porque son los "míos", malamente vamos.

6. No, no merece la pena, no enriquece, no aporta, no suma, no nos hace mejores. El nivel de crispación política es demasiado alto: familiares, amigos enfadados por pensar diferente, no, no hay beneficio en ello, quita más que da y la vida no debería ser eso.

7. Claro, claro que tengo mi opinión al respecto de todo esto y de dónde está el origen de tal crispaciòn, pero ¿importa lo que yo diga? No.

8. Siempre hay que intentar sacar lo positivo de todo. Han puesto la bronca en todos los telediarios de ámbito nacional. Bueno, al menos mucha gente ubicará Ceuta en el mapa. Cuando viajo por ahí y hablo de Ceuta, mucha gente ni sabe que existe, ni dónde está.

9. Lo difícil de verdad es, en vez de mirar hacia fuera y lo que hacen los demás, mirar hacia dentro y ver lo que hacemos nosotros mismos. Yo no lo consigo, implicaría ver cosas que no me gustan.

10. Ahí tienes otro decálogo, amiga. Pasen buen fin de semana.