Ni siquiera voy a escribir del nivel de hipocresìa y cinismo de unos medios de comunicaciòn que llevan dìas rasgàndose las vestiduras por el chistecito de marras (de muy mal gusto, obviamente), pero que callan cuando alguien, cercano a su ideologìa claro, es capaz de decir: "las mujeres son como las leyes, estàn para violarlas". Sic. Sùblime...

Sobre aquel: "Luis aguanta, sè fuerte", corremos un tùpido velo. A fin de cuentas solo era un Presidente del Gobierno escribièndole a un imputado por corrupciòn, poca cosa para dimitir, tonterìas. No, no voy a hablar de un temita que ha pasado de refilòn por los medios y que a mì me ha dado muchìsimo que pensar: Susana Dìaz, presidenta de la Junta de Andalucìa, gana màs de 60.000 euritos brutos anuales (sin contar dietas y otras prebendas descomunales), y la declaraciòn de la renta le sale a devolver màs de 1.000 euros. ¿Me lo explican?

No, no voy a hablar de que el juicio de la Gurtel va a empezar siendo juzgado por un tribunal cuyos miembros fueron elegidos por el partido popular y que tienen profundos vìnculos con dirigentes de dicho partido. Evidentemente no se van a abstener, pero lo q màs me preocupa es que nos llenemos la boca hablando de la independencia del poder judicial, de risa...

No, no voy a hablar del ataque mediàtico a aquellos concejales que se niegan a asistir a actos religiosos alegando la laicidad del Estado español. Yo, ingenuo como soy, me creo lo que leo (artìculo 16.3 de la C.E): Ninguna confesiòn tendrà caracter estatal...

No, no voy a hablar de la polìtica del miedo, antigua estrategia practicada ya desde hace decenios para generar inseguridad en los ciudadanos: "los que vienen nos llevaràn a la ruina, hundiràn la recuperaciòn, destruiràn todos nuestros logros...". ¿Ruina? ¿Recuperaciòn? ¿Destruir? Es difìcil arruinar màs un paìs con 3 millones de niños mal nutridos; es difìcil hablar de recuperaciòn cuando solo afecta a unos cuantos y España se convierte en el segundo paìs de la Uniòn Europea con mayor desigualdad; es difìcil destruir algo ya destruido.

No, no voy a hablar de nada de eso, hoy solo me apetece callar y escuchar...