Cifuentes, el "no máster" y las cremitas

S.J. UVE


cifuentes
Cristina Cifuentes.

Pues nada, que ahí aparece por arte de birli birloque, sin saber cómo..., la señora Cifuentes en el año 2011 llevándose de soslayo unas cremitas para el cutis, imagino.

Y hete aquí, que ante tal revuelo por aquello de la pulcritud y de la decencia, resulta que esto ha sido la puntilla o no...a su carrera política.

Y sucede que el que suscribe siente cierto regocijo por todo esto, y no por la imagen de Cristina (algún polvorón me he comido a lo tonto en el erosky...), sino por ver y comprobar como la aristocracia se une al populacho en inventiva, ratonería y costumbres propias del españolito de a pie.

Mira por donde, yo, que no soy mucho de cuidar las formas porque me importa tremendamente el fondo mucho más, hasta siento cierta empatía con la muchacha, y eso de verla hurtar con sus zapatos de Prada...unas cremitas de unos cuántos euros, la verdad, me pone, sobre todo cuando impertérrita dice: "me las llevé sin querer", o "mi padre se sentiría orgulloso de mí" (sic)

Que digo yo que si su padre era Arsenio Lupin...

Y a mí, que intento, aunque la mayoría de veces mi intelecto no me da para tanto, ir más allá y que estoy en las antípodas de la ideología de la susodicha, estimo que el hecho en sí, aunque reprobable, sobre todo por la vergüenza de que te pillen, no es nada comparable a la cantidad de miles, y miles y miles de millones que, en deterioro de la educación, sanidad...de mi país, España, ha supuesto la corrupción de su partido.

Y en su caso concreto, me parece infinitamente más grave que haya mentido y haya mantenido la mentira con la cara más dura que el hormigón, sobre el no máster y es que Paco Lobatón aún sigue buscando a los tres miembros del tribunal ante los que leyó su trabajo.

El esfuerzo de miles de personas, tanto económico como intelectual, en sacarse un máster no es nada comparable al valor de dos cremitas, una para el contorno de ojos y otra para pieles maltratadas.

Lo que sí me alcanza el cerebelo es para saber por qué, ahora, así, de la nada, aparece un vídeo que alguien tenía desde el 2011 bien guardadito: si no echamos a Cifuentes, el PP perderá el gobierno de la Comunidad de Madrid y eso no lo podemos permitir. ¿Cuántos vídeos o escuchas más siguen guardados y jamás veremos?

Y mientras nos entretenemos con los avatares de nuestros políticos, miles de niños mueren en Siria, decenas de inmigrantes mueren en el estrecho, centenares de personas mueren antes de recibir la ayuda a la dependencia, miles de personas no tienen para pagar las medicinas que necesitan para curarse porque las farmacéuticas hacen caja, millones de españoles se levantan cada mañana para ir a la cola del inem, decenas de miles de nosotros enfermamos por el aire que respiramos  a diario o la carne que comemos, etc.

Y la vida sigue, ¡ ah, bueno! Pero con el Madrid con un pie en otra final de champions...