Aún recuerdo a Marta en el Instituto; era de esas chicas "ligerita de cascos"...le gustaba andar siempre provocando, con esas camisetas tan escotadas, a veces incluso sin sujetador. Se le transparentaba todo, yo estoy seguro de que disfrutaba poniendo cachondo al personal. 

Y en esas fiestas de verano donde aparecía con esos tacones tan altos y esas minifaldas para lucir su bello cuerpo. La verdad es que se le notaba que iba a gusto en su papel de chica boom y dando siempre esa sensación de querer "guerra".

Uf, y cuando nuestro amigo Alberto nos dijo que se había liado con ella y que era una "guarra" en la cama. Alberto era un poco fantasma, la verdad, pero estoy seguro de que esta vez no mentía. ¿Cómo iba a mentir si todos conocíamos de sobra a la "calienta braguetas" esa?

Así es como la llamábamos: la calienta braguetas.

Luego llegó la universidad, también coincidí con ella. Nada había cambiado: recuerdo que se cogía unas cogorzas monumentales, bebía incluso más que algunos tíos...

Le gustaba rodearse de hombres, mucho más que de mujeres y las demás chicas decían que no la querían cerca porque era una "roba novios".

Siempre volvía a casa tarde, a oscuras, ella ¡sola!, arriesgándose a que cualquier hombre pudiese hacer lo que hacen los hombres: querer ganas de "marcha", y ya sabéis...un hombre con dos copas de más siempre es un peligro para ese tipo de chicas, si al menos ella se comportase de manera "normal".

Y luego llegó esa historia con el profe de la Uni. Esa historia de que le intentó toquetear el culo en una revisión de examen. Sí, el profe era conocido por sus salidas de tono, pero ¡joder!, ¿a quién no se le pasaría por la cabeza salirse de tono con una tía que va a una revisión de examen en blusa y con maquillaje por toda la cara?

 Es que no podía soportarlo, era superior a sus fuerzas.

Sancionaron dos meses al profe, el pobre, tampoco era para tanto y además lo habían provocado. Yo creo que los machos hemos nacido para eso, para copular y con cuantas mujeres mejor. ¿Acaso no veis los documentales de leones con sus manadas de leonas solo para ellos? ¡Esos sí que saben!

Y después de semejante suceso, ella se comportaba tan normal, ni una pizca de arrepentimiento; seguía saliendo, seguía bebiendo, llegando tarde, poniéndose esos tacones que hacían ese ruido tan provocador. Nada, como si no hubiese pasado nada. En vez de encerrarse en su cuarto y no salir en una temporada,  centrar más su vida y recapacitar por todo lo que había hecho y por el daño que había ocasionado a personas legales.

Nada, vida normal. Y estoy seguro de que no se resistió todo lo que pudo, una chica "normal" le hubiese dado una hostia que para qué. Pero claro, ella era como era y estoy seguro de que hasta disfrutó con la situación.

Bien, como ya imagino los y las que hayáis llegado hasta el final de este relato, habréis imaginado que describía una situación hipotética.

Todas las expresiones que he utilizado las he escuchado, yo, y estoy seguro que muchas veces todos ustedes.

Esto no es más que la consecuencia última de una sociedad machista y patriarcal donde, desde los grandes machismos, hasta los micromachismos imperceptibles para muchos de los que decimos: "no, yo no soy machista, pero mi hijo puede llegar a casa más tarde que mi hija...", hemos configurado un sistema donde la mujer es tratada en muchísimos casos como un simple objeto, y donde esa mujer se queda con la casa y tú (hombre) te tienes que ir de alquiler, donde la mujer te pone una denuncia por malos tratos (solo el 0,4 % de ellas son falsas) y acabas durmiendo en el calabozo y donde Alberto es "del carajo" porque se lía con toda la que puede y Sonia es una "zorra" porque hace dos fines de semana dejó a su novia y ya se está liando con otro.

Venimos de donde venimos y muchos de nuestros padres se criaron en el régimen que se criaron. La educación recibida por muchos de nosotros no fue la más "adecuada" para un trato igualitario entre hombres y mujeres.

Sí, vamos evolucionando, pero nos queda muchísimo por recorrer. Si decimos que ya corren otros tiempos y que afortunadamente la cosa ha cambiado, al tiempo que en los combates de boxeo mujeres se pasean en los descansos mostrando carne, en las carreras de motos azafatas sostienen con sus pantalones cortos y sus escotes un paraguas para que el macho dominante no pase calor, en muchos programas de televisión la imagen de la mujer es menospreciada y vejada, convertida en un mero objeto que da igual que no sepa hablar mientras qie tenga buenas tetas, donde las mujeres cobran mucho menos dinero que los hombres por realizar los mismos trabajos, etc, etc, etc...,si todo eso ocurre aún hablamos de una sociedad enferma, sociedad que solo y exclusivamente a través de la educación (yo pondría asignaturas específicas en el colegio) puede llegar a ser más igualitaria.

Si esta sociedad se fija más en la vida de Marta que en el hecho en sí de que pueda ser violada, si un abogado es capaz de apelar a la vida "normal" de Marta tras la violación como argumento para justificar que "tan mal no lo estará pasando", si aún la carga de la prueba recae sobre la mujer y no sobre el hombre, entonces seguimos enfermos graves.

Porque resulta que Marta tiene derecho a ponerse tacones, minifalda, escote, pintalabios, beber, invitar a Juan a casa y a las dos de la mañana decirle a Juan que se vaya. Y si Juan no se va e intenta excederse, Juan tiene mucho que aprender, amén de ser entre otras cosas un "pelín" cabrón. (Opinión)

¿Problema? Que muchos de vosotros y vosotras, ojo, vosotras..., comprendéis a Juan, ¿verdad?