vox-gc-jul2018-07

No voy a escribir sobre los motivos de la irrupción de Vox, haberlos los habrá y muchos; además no soy politólogo ni nada parecido para argüir sobre el asunto, solo tengo opiniones.

Tampoco voy a escribir sobre las cualidades de los votantes de Vox, no voy a etiquetarlos porque eso implicaría caer en estereotipos y como ya se sabe, los estereotipos son más falsos que verdaderos, amén de que habrá votantes de Vox cada uno de su padre y de su madre.

No, tampoco quiero hablar sobre la ideología o el programa de Vox, cada cual que tenga la idea al respecto que más le guste, yo tengo la mía, obvio, cómo dice una amiga mía, pero no ha lugar aquí.

No, y tampoco voy a hablar sobre la financiación iraní de Vox, ¿para qué? Aparte de que la financiación de los partidos me parece una gran mentira, parece que hay "moros buenos y moros malos".

En resumidas cuentas, voy a escribir sobre los "ataques" o las manifestaciones que se han producido en los últimos días a contra el partido emergente.

A ver, dando por hecho que estoy en contra, no de las manifestaciones, (derecho constitucional consagrado en la Constituciòn en el 28.1) sino de cualquier tipo de agresión gratuita y vehemente, me sorprende sobremanera cómo se rasgan las vestiduras los votantes de Vox con lo que está ocurriendo. Al igual que pasó con otros partidos emergentes en el pasado, la cuestión estriba en que una vez que tocas poder, lógicamente todo se va a mirar con lupa y se intentará sacar toda la "mierda" posible sobre ese partido.

Cualquiera que me lea con relativa asiduidad sabrá que diferencio muy mucho las opiniones de los datos, porque opiniones tenemos todos, pero los datos son irrefutables, salvo que seas un fanático.

Y es un dato que jamás en la historia de la democracia ningún partido ha sufrido tantos y tantos ataques, desde todos los puntos de vista (sobre todo mediático) cómo Podemos.

A podemos se le escrutó todo: financiación, orígenes, vida privada, absolutamente todo; querellas y querellas archivadas por los jueces relativas a su financiación: hasta donde sé, siete, y seguimos con el mantra de Venezuela. Nunca jamás se ha hablado tanto de Venezuela en España como en los últimos años, jamás; y las sentencias no importan. Dato

A Podemos se le imputaron delitos falsos por una policía patriótica creada al efecto por el ministerio del interior para menoscabar su credibilidad. Hay grabaciones al respecto: pero da igual. Dato.

Los diputados de Podemos fueron escrutados en su vida privada hasta límites insospechados. Referencias a padres, hermanos, hijos, declaraciones de renta, bienes inmuebles, indumentaria, pelados, referencias a sus pintas, a  sus higienes, olores, preferencias sexuales, antecedentes, estudios realizados, hasta peleas callejeras.

Repito, jamás se vio semejante examen e investigaciones al respecto sobre ellos como partido y como persona físicas. Dato.

Y ahora por unas manifestaciones de mujeres cantando y bailando por bulerías y por las agresiones de unos descerebrados (que los hay en todas partes) que evidentemente no comparto, ponen el grito en el cielo.

Pues solo digo que se preparen porque al igual que pasa con cualquiera que toca el poder, ellos van a ser también objeto de escrutinio; de momento ya ha aparecido el bagaje laboral de Abascal...no lo comento, o la financiación iraní (no coment).

Es lo que tiene pertenecer a los extremos, tema también que me resulta gracioso: opinan muchos que Podemos es extrema izquierda pero que Vox no es extrema derecha...(propósito del 2019: no discutir por obviedades).

Opinión.