- Hace unos dìas hemos visto horrorizados los pelos en el suelo de una niña de corta edad que fue agredida por otras niñas en el colegio.

Lo que voy a decir no explica las causas de la agresión, no es la intención. De hecho, pienso que el gen de la bondad o la maldad es eso, un gen. No imagino a mis amigos o a mí mismo cuando éramos pequeños agrediendo o amenazando a otro niño.

Eso sé, considero que la educación es un factor trascendental en todo este asunto, factor clave. El domingo por la noche me mandó un mensaje una amiga para que le echara un vistazo a un programa que ponían en cuatro: 'First date'. Sin comentarios.

Durante el programa, mejor no entrar en detalles sobre el mismo, se anuncia que el siguiente programa en la cadena va ser, 'Quiero ser monja'. Sin comentarios.

En un zapping que hice para intentar tomar aire tras ver un rato de 'First date', pasando por Canal Sur estaban poniendo 'La báscula'. Sin comentarios.

De Telecinco, cadena privada más vista, no tengo nada que decir...

Si atendemos a cualquier estudio educacional sobre la influencia de los diversos factores que confluyen en la personalidad de los niños, aparece como factor primordial los medios de comunicación, especialmente internet y la televisión, incluso al mismo nivel que la familia. Bien. Una sociedad que tiene en su programación este tipo de programas no es una sociedad sana. Ni siquiera entro ya en 'Hombres, mujeres y viceversa', 'Sálvame de luxe', 'Gandía shore'.

Podemos ser hipócritas y vivir en un mundo de mentiras y falsedades, mirar hacia otro lado y luego llevarnos las manos a la cabeza cuando cosas así pasan.

Hace tiempo ya escribí que la crisis no es sola económica, va más allá, es una crisis de valores, de moral, de principios...

Vivimos en una sociedad enferma, una sociedad donde el aspecto económico sobresale sobre todos los demás a costa de enterrar cualquier otro tipo de consideración ética.

Y lo peor de todo esto es que el asunto traspasa todas las clases sociales, va más allá de ser letrados o iletrados, va más allá de "tener educación o no tenerla".

Si a los niños de nuestra generación le inculcamos que hay que estudiar y sacrificarse para ver como ingenieros se tienen que ir de España para trabajar de camareros, mientras que Paquirrín o Belén Esteban se convierten en millonarios gracias a los "gustos televisivos" de la gente, algo estamos haciendo mal.

Con estos mimbres y viviendo en una sociedad amoral como en la que vivimos, no es de extrañar que nos traguemos las mentiras a diario de la clase polìtica.

No es de extrañar que sigamos votando a los que están a diario en la televisiòn por robar, prevaricar, malversar, cohechar...

No es de extrañar que nos sea indiferente que mientras que los "pobres" pagamos del 20% de IRPF hacia arriba, los ricos sean amnistiados pagando el 3% de dinero, además, sospechoso.

Te puedes indignar porque te cobren dos euros por una cerveza pero da igual que te recorten en sanidad o educación mientras que otros se lo llevan muy calentito.

Por cierto, acaba de decir Juan Cotino, ex director general de la Policía, que la Policía Nacional miente, así, tal cual, sus ex subordinados mienten. No me cabe la menor duda de que el actual director general, Cosidó, saldrá a la palestra para hablar de qué es una amenaza para la democracia y qué no.

No, no se puede exigir a los niños buena educación cuando los criamos en una sociedad putrefacta que ha perdido cualquier tipo de consideraciòn moral.

Estos niños, si les va bien en la vida, se llevaràn el dinero a Panamá o Suiza pero luciendo banderitas de España en los relojes o en las correas de sus perros.

Cinismo e hipocresía en estado puro.