- Grecia mediante, parece que nada más de lo que ocurre tiene importancia. Pero sì, sí ocurren cosas y muchas, al menos para mí, sí tienen importancia. Analicemos una de ellas:

El Tribunal Constitucional falla en favor de un farmacéutico, que, hace unos años se negó a dispensar a una chica la píldora del día después. La Junta de Andalucía lo sancionó con 3.000 euros y el farmacéutico recurrió. Alegaba dicho profesional que ejercía el derecho constitucional de la objeción de conciencia. Según su criterio vender dicha pastilla iría en contra de su conciencia ya que entiende que se trata de una pastilla antiabortiva. Ahora el Alto Tribunal le da la razón y la comunidad médica, o la mayoría al menos, no entiende dicho fallo puesto que, científicamente hablando, la pastilla es un metodo anticonceptivo más, como podría ser el preservativo. Sin embargo, el Tribunal ha preferido aceptar la opinión del farmacéutico que estima que la pastilla es un método antiabortivo.

Razones tendrá el Constitucional para fallar en este sentido; pero indagando en el asunto observo que el ponente de dicha sentencia es el señor Isidro Ollero, y aquí radica el meollo de la cuestión. El señor Ollero fue durante diecisiete años parlamentario por el PP y pertenece al Opus Dei.

No crítico ni valoro esto, pero la pregunta q me hago es la siguiente: ¿hasta qué punto puede una persona abstraerse de su ideología, de sus creencias, de su educación, de sus experiencias y vivencias a la hora de dictar una sentencia? Y nosotros, los ciudadanos de a pie, ¿hasta què punto le quitarías la razón a tu hermano en una discusión de tráfico con un desconocido aun sabiendo que tu hermano no tiene razón? ¿hasta què punto le darìas la razòn a tu pareja en una discusiòn con su jefe aun sabiendo que tu pareja no tiene razón? ¿Actúa igual un policía en un desahucio con independencia de su ideología? Difícil, ¿verdad? Pero a los servidores públicos: jueces, policías, funcionarios en general hay que exigirles màs imparcialidad porque sus decisiones afectan a los demàs, no es simplemente una discusión de tráfico de lo que hablamos. Ayer escuchè, por ejemplo, que el caso Blesa lleva en los juzgados de Plaza Castilla desde el 2010... y se quejan algunos de que los jueces son reacios a juzgar segùn què. ¿ Por què? ¿No es una arbitrariedad? ¿Què ocurre?

Mèdicamente imposible, según tengo entendido, que la pastilla del día después se considere un mètodo antiabortivo, empíricamente indemostrable. Otra cosa son las creencias. Pero un tribunal no deberìa juzgar según las creencias, ¿no? No lo entiendo. Bueno sí, sí lo entiendo si pienso en abstracto que un juez, un fontanero, un médico, un comercial, un autónomo, un..., no dejan de ser personas, solo eso, personas.