Opinión
La ciudadanía de Ceuta asiste con estupefacción al bochornoso espectáculo de la gestión política de nuestra ciudad. Ni existe capacidad para gestionar sociedades públicas arruinadas, ni existe capacidad para eliminar el endeudamiento brutal que padecemos. Ni existe suficiente cintura ni experiencia para solucionar o al menos paliar la situación del puesto fronterizo de El Tarajal. Hoy otra vez han muerto inmigrantes, de momento 11 inmigrantes víctimas de la desesperación y de la búsqueda de una vida mejor. Y con estos casi 30 van desde los asaltos a la vallas en 2005. Han muerto en un mundo cruel en el que algunos quieren poner más barreras físicas, cuando esas no son las barreras a interponer para que los que viven en el inframundo mejoren sus condiciones de vida. Las barreras hay que ponérselas a otros y en otros sitios, mucho más especulativos e incluso muy cerca del poder de estados fallidos e inconcebibles estructuras autárquicas.