Isabel mira a Sara, su retoño de 16 meses, y piensa: «Si alguien me dice que después de nacer mi hija iba a volver a competir, le habría llamado loco». ¿Es acaso una locura la aventura que acaba de iniciar? «La vida es extraña. Tras los Juegos de Pekín quería tener hijos. Mi marido -Javier Alonso, que además es su entrenador- y yo procedemos de familias numerosas, y nos hacía ilusión ser padres. Además, en China no me fue bien; antes de los Juegos había cosechado buenos resultados y aspiraba a estar en el cajón, o cerca, y no fue posible. Me costó tomar la decisión. Finalmente, anuncié mi reti...