Queremos mostrar nuestra cara más emotiva al reivindicar algunos de los personajes que no merecieron la mala suerte de terminar su vida con un terrible deceso. En algunos casos, el fallecimiento estaba justificado por las exigencias de la propia historia, propiciando un final tan doloroso como grandioso. Aunque en otros se podía apreciar un evidente ejercicio de morbo televisado en busca de la tan deseada audiencia masiva. Murieran por los motivos que murieran, aquí va nuestra propuesta con una decena de personajes que no merecieron fallecer.

La Marina de los Estados Unidos ha anunciado que desplegará por primera vez un arma láser en uno de sus buques, capaz de derribar aviones y dejar buques fuera de combate.

Los Presupuestos Generales del Estado esta semana han pasado el primer trámite parlamentario, un paso obligado en lo legislativo que ha servido para clarificar muchas cuestiones en lo político. Para empezar hay que dejar muy claro que estas cuentas son las cuentas de Zapatero, no son los números de la vicepresidenta Salgado. Es verdad que la responsable económica, por cargo y responsabilidad, tiene que asumir lo que ella misma ha presentado y defendido; pero a nadie se le oculta que estamos ante la cuantificación real, sin tapujos, de la verdadera política económica de Zapatero. Una política económica que no cuadra en los números y que no tiene para nada la eficacia necesaria y esperada. Unas recetas escritas en la ficción pero que no se ajustan a la dura realidad.
El debate parlamentario ha tenido ya un primer efecto muy representativo. El presidente ha preferido seguirlo parapetado en su escaño, mientras su vicepresidenta económica era sacrificada políticamente. Es cierto que la costumbre dice que el responsable económico del Gobierno es quien tiene que defender esas cuentas, pero desde luego hubiera sido un golpe de efecto, necesario y posiblemente eficaz, que en un momento determinado Zapatero hubiera salido a la tribuna de oradores y hubiera ofrecido un pacto general a todas las fuerzas políticas o simplemente hubiera asumido de forma clara y personal el pilotaje de la crisis económica.
El presidente ha preferido quedarse bajo techo, mientras Salgado se las llevaba todas. Una estrategia cuando menos equivocada en lo efectista; y desde luego de dudosa eficacia en lo político. ¿Se figuran ustedes, de pronto, a un presidente que hubiera decidido subir a la tribuna y desde allí jugar a esos golpes de efecto que tanto le gustan y que tan buenos resultados le han dado en otros tiempos? Si esta vez ha preferido pasar desapercibido y hacer lo que se conoce como «juego de pasillos», es que se sabe en un momento complicado y difícil. Ha preferido sacrificar a su vicepresidenta económica a sabiendas de que Elena Salgado iba a salir muy mal parada de este debate.
¿Es culpa de la vicepresidenta? Pues evidentemente, en parte sí. Pero no nos podemos llevar a engaño, el presidente del Gobierno sabía lo que iba a pasar y lo ha permitido sin diseñar un plan alternativo que pudiera al menos amortiguar el daño recibido, que al final va a ser para el Ejecutivo.
Con este panorama, Mariano Rajoy se ha despachado a gusto. El presidente del PP que lleva meses atenazado por el «caso Gürtel» necesitaba una terapia para salir del agujero y lo ha conseguido. Brillante. Contundente. Ocurrente. Rápido. Claro. Rajoy ha utilizado el debate de Presupuestos para poner sordina a la crisis interna que en el PP ha provocado la dimisión de Ricardo Costa con todos sus daños colaterales que no han sido pocos. Lo cierto es que Rajoy ha utilizado muy bien este debate para salir reforzado con generosidad en un momento de gran complicación interna. Necesitaba este respiro.
Terminado el debate, ahora nos toca la vuelta a la dura realidad. Y esa realidad se llama crisis, se apellida no llegar a final de mes y se certifica con un paro galopante. Por todo ello, y a pesar de todo, sabemos que estamos ante unas cuentas ficticias, que no son reales. Y eso nos pasará factura ¡a todos!