- viernes 29 marzo 2024
Recuerdo a Alejandro Curiel prácticamente de casi toda la vida a través de mi padre. Cuando comencé a tener más relación con él fue a principios de los noventa cuando colaboraba con mi padre en el programa “La Tertulia” en TeleCeuta. Todas las tardes acudía a los estudios de Real 90 (en los bajos, donde se había ubicado tras el cierre de la televisión por parte del Gobierno de Fraiz). Allí estaban todas las tardes Alejandro y mi padre, yo los acompañaba y hacía de ‘chico para todo’ desde técnico de sonido junto a Luis Fossati, operador de cámara junto a Manuel González Bolorino, iba a por café a la cafetería Nieto, etc… La tele se encontraba bajo mínimos, y allí siempre estaba Alejandro, una persona cercana, alegre. De allí pasaron a las instalaciones de la tele encima del, entonces, Banco Hispanoamericano. Tras el fallecimiento de mi padre, en diciembre de 1994 (como pasa el tiempo) Alejandro siguió guiando aquellas tertulias en las que se trataban los problemas de la ciudad.