G. T.
Rania Amar, con dos años y medio de edad, debería ajustar su halo cervical cada semana en el Hospital Universitario Virgen del Rocío. Con el Estado de Alarma sus visitas se ampliaron a quincenales. Este miércoles debía acudir a una cita excepcional con su neurocirujana, pero sin salidas vespertinas la familia debería vivir tres días en su coche o, como le ha sugerido el INGESA, pedir el ingreso hospitalario de la niña, cardiópata.