¿Dónde está la calle Velarde?, ¿yPadilla?, ¿Valdeflores? o ¿AlcaldeAntonio L. Sánchez Prado?Ahí sí. María sabe la respuesta dela última pregunta y señala con elbrazolevantado y una gran ilusiónhacia abajo. Esa calle por laque pregunta es la Gran Vía, así es
como la conocemos aquí. La mujer,40 años, los que tiene, viviendoen Ceuta, recomienda bajarpor Real, que es esta y obvia elcartel de Camoens. Bueno en realidadesta calle es Real también,prácticamente se unen, aunqueya sé que el nombre es Camoens,es la costumbre, esto no cuenta.
Una sonrisa y tema zanjado.En la Oficina de Turismo reconocenesta situación, la de María
y la de Ali, Paco y Jorge, porque lahistoria se repite, pues es habitualentre los ceutíes. El nombre de lascalles, aunque sean céntricas, pasaa un segundo plano cuando se
refieren a ellas. ¿Que no? Haganla prueba.
Esto va por zonas. En la delPuerto Deportivo, se recurre a lossupermercados, son estos comercioslos que delimitan el puntoconcreto al que el caballa se refierecuando necesita quedar con alguieno indicar al turista. En lasMurallas Reales, ya saben lo queestá, el Puente del Cristo. ¿Se llamaasí realmente? Y qué más da.Basta con verlo para saber que elnombre le viene perfecto, comentahilarante Francisco, sentadofrente a la figura.
Los edificios militares tambiénsirven de referencia. Carlos, almenos, fue lo primero que aprendiónada más llegar. Eso asegura.Ya lleva aquí cuatro años. La primeravez que vine, tenía en un papelapuntado el nombre de la calledonde estaba mi nuevo hogar yme harté de preguntar, la gente esmuy simpática pero no sabía responderme.
Finalmente, el Museode la Legión le dio el norte.La verdad es que la calle estabaun poco escondida, así que tampocoles culpo si no sabían el sitio.
El Edificio Ceuta Center, otroreferente. Y los Baños Árabes, elEdificio Trujillo... Incluso CajaMadrid o El Corte Inglés, destacaun taxista de la Gran Vía, buenode Alcalde Sánchez Prado. Ytambién tenemos la M-30, algoque le hace mucha gracia a la gentede fuera, dice el hombre. ¿Ydónde está la M-30? Es el desdoblamientodel Paseo de la Marina.
Nosotros (por los taxistas de laciudad) sí que conocemos y muybien el callejero, reivindica. ElGobierno Autónomo, como el delesto de los ayuntamientos delpaís, les obliga a examinarse sobrelas calles. Tienen que conocérseloa la perfección. Hagantambién la prueba. No fallan. ¿Lacalle El Cid? En Pedro La Mata