Lo adelantó la Consejería de Educación, Cultura y Juventud hace ahora dos meses: "Hércules visitará Ceuta para matar a un peligroso dragón". No, no fueron palabras de nadie del Ayuntamiento; fue el titular que coronó la noticia elaborada por este digital al hilo del anuncio: el de que el Museo de las Murallas Reales albergaría temporalmente en su seno un pedacito de su homólogo del Prado (y no cualquier pedacito...).

Si eres un asiduo consumidor de prensa local, sabrás que, desde hoy, 7 de mayo 2024, tras casi sesenta días de larga y tediosa espera, los ceutíes más culturetas (puede que tú seas uno de ellos) tienen un buen motivo para dejarse caer por el Revellín de San Ignacio. Es un cuadro, sí, pero no un cuadro al uso: es una obra de ese Pieter Paul Rubens al que la historia ha rebautizado en castellano como 'Pedro Pablo'. Puede que su denominación te suene de algo: Hércules matando al dragón del jardín de las Hespérides.

El lienzo constituye una de las "obras maestras" seleccionadas por Telefónica en el marco de un proyecto que lleva por nombre 'El arte que conecta', cuya principal pretensión pasa por "acercar las colecciones de la pinacoteca nacional a toda la geografía española". Se busca, con ello, "fomentar la conexión entre personas a través de la cultura", pretexto que valdrá a multitud de regiones el exhibir "algunas de las obras de la pintura que forman parte de la memoria y el patrimonio común de todos los españoles".

La iniciativa en cuestión echó a andar en 2019 a instancias del propio Museo del Prado. La excusa: su bicentenario. En septiembre de aquel año, gracias a esa suerte de 'gira pictórica', nuestra ciudad tuvo el gustoso honor de dar 'cobijo' a El actor Isidoro Máiquez, un retrato al óleo que lleva la rúbrica de Francisco de Goya. Vista la gran acogida de la que gozó el programa, quienes movieron los hilos de aquella exposición han decidido repetir; solo el tiempo dirá si han acertado o si, por el contrario, se han equivocado.

Toca lección de historia: Hércules matando al dragón del jardín de las Hespérides encuentra su razón de ser en un encargo del mismísimo Felipe IV. El conocido por muchos como 'el Rey Planeta' tuvo la genial idea de decorar los palacios de Madrid con "escenas mitológicas". En la que hoy nos ocupa, puede verse a Hércules plantando cara al dragón Landón en un intento por hacerse con las manzanas de oro que germinaban en el jardín de las ninfas de las Hespérides, situado este "más allá de las montañas del Atlas".

He aquí, justamente, la (relativa) conexión con Ceuta: el escenario imaginado por Rubens se ubica en el norte del continente africano. Según la tradición helena, el semidiós al que dio vida Zeus visitó nuestro estimado país vecino durante sus constantes viajes por el globo terráqueo.

Repetimos: no era un cuadro al uso. Tan señalada era la cita que hasta Juan Vivas ha optado por tomar parte en ella. Junto a él, ha hecho lo propio Pilar Orozco, que ve en el gesto de Telefónica "un auténtico honor para la ciudad". Ese "honor" radica en un detalle no precisamente menor: Hércules matando al dragón del jardín de las Hespérides "es uno de los mayores emblemas del Museo Nacional del Prado". No lo dice cualquier persona; son palabras de Andrés Úbeda, actual máximo responsable de Conservación de la pinacoteca.

Otro detalle: el cuadro es uno de los últimos que Rubens pintó en vida. En total, fueron cinco los años que el artista estuvo ocupado dando forma a la obra. El flamenco empezó a crear en 1635; medio lustro después, en 1640, murió víctima de una insuficiencia cardíaca, mas con la tranquilidad de haber podido terminar (y con mérito) su Hércules.

La mala noticia (porque la hay) es que el lienzo solo estará aquí, previsiblemente, hasta el próximo 2 de junio; la buena, que, hasta entonces, podrás contemplar in situ una de las piezas más singulares y representativas del arte barroco sin necesidad de cruzar el charco. Que no se te pase; tienes casi un mes entero.