La sucesión está preparada
02 noviembre 2009 21:12 h.
El presidente Vivas y el resto de su Gobierno parecen haber extraído una lección de lo sucedido. La misma nada tiene que ver ni con vídeos, ni con comportamientos sexuales reprobables, ni tampoco con promesas de trabajo a personas necesitadas, sino con política.
El secreto guardado a voces durante los últimos dos años en Ceuta ha sido la insostenible situación bicefálica en el Gobierno del Partido Popular. Juan Vivas, presidente de la Ciudad Autónoma ha tenido que soportar la presencia en su Ejecutivo del Presidente del Partido como vicepresidente de su Gabinete. Gordillo gestionaba el sólo como consejero de presidencia de 90 millones de euros, entre un 25 y un 30 por ciento del total del presupuesto de la Ciudad Autónoma de Ceuta.
¿Creo su propia administración paralela? El líder de la oposición, Mohamed Alí, cree que sí. El sábado habló de un Gobierno A y otro Gobierno B. Lo cierto es que a la hora de la verdad en algunos asuntos Juan Vivas acababa teniendo que aceptar la imposición de decisiones de Gordillo.
Uno de los momentos de mayor tensión fue cuando a finales del pasado enero estalló el caso ‘Punta Blanca’. En aquel entonces cuando la tormenta política desatada tras la denuncia de Comisiones Obreras de malos tratos en el centro de menores había sido capeada en un primer momento, apareció en escena de forma brusca el subdirector general de Menores, Luis María Fernández y su amigo el Policía Nacional Ramón Caudevilla. Ambos son personas de confianza de Pedro Gordillo. El subdirector general protagonizó una trifulca en un bar con el secretario de la Federación de Comercio de Comisiones Obreras. Ambos fueron condenados.
En aquel entonces el presidente aceptó la voluntad de su vicepresidente de no cesar al subdirector general, pero según los mentideros políticos su voluntad había sido otra bien distinta. Es sólo un ejemplo, de tantos otros.
La lección está clara: presidente o mandamás sólo debe haber uno. Por eso con total probabilidad mañana Juan Vivas anunciará que la vicepresidencia que deja vacante Gordillo no la ocupará nadie. El cargo ya había sido creado a la medida del presidente popular. En los seis años anteriores de Gobierno Vivas no había existido esa figura.
Tampoco habrá consejero de Presidencia. Esto supone una novedad mayor aún. El presidente diluirá las enormes competencias de un área que ha ido creciendo en poder durante toda la legislatura entre diversas consejerías: Hacienda, Fomento, Gobernación, quien sabe si Asuntos Sociales e incluso Medio Ambiente. Todos los consjeros afectados crecerán en poder, pero ninguno llegará al nivel que tenía hasta ahora esa Consejería de Presidencia.
También parece probable que sea finalmente, Jorge Uriel Gómez, el enigmático número 21 de la lista de los populares y no Eva Perea, la número 20 quien acepte el escaño que dejará vacante Gordillo. Jorge Uriel Gómez fue catapultado como responsable de comunicación del Partido Popular, tras las últimas elecciones autonómicas. Su último trabajo con trascendencia pública fue la campaña a a las elecciones Europeas de la candidata Adela Nieto.
La doble presidencia
A la vista de esa lección política, parece claro también que el Partido Popular estará presidido desde mañana por el mismo hombre que lleva las riendas de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas.
No habrá congreso de ningún tipo. Serán los órganos de dirección del PP ceutí quienes reunidos mañana escenifiquen la elección de Juan Vivas como presidente de los populares ceutíes. Algo que muchos reprochan no sucediera ya cuando en el 2004 Pedro Gordillo y Emilio Carreira ensuciaron el nombre del partido con una batalla por la presidencia en donde entre otras lindezas se dejaron caer acusaciones de apoyos de narcotraficantes a la lista de Gordillo. Acusaciones que muchos creyeron ver probadas cuando poco tiempo después de esas elecciones el entonces secretario general de Nuevas Generaciones era condenado en sentencia firme por narcotráfico y desempeña un cargo de designación directa al servicio del Grupo Popular en la Asamblea.
El presidente Vivas parece querer evitar que nadie más le vuelva a hacer sombra como líder de la formación en la ciudad y por fin se ha mostrado dispuesto a aceptar la presidencia del PP.
