Sin entrar a pormenorizar las medidas adoptadas por el Gobierno del Partido Popular que preside Mariano Rajoy, el diputado por Ceuta, Francisco Márquez, se ha vestido el mono de trabajo este viernes para defender ante los medios de comunicación el mayor recorte de la historia de la democracia. Lo ha hecho redundando en los argumentos propios de sus siglas. Ha tirado de la herencia recibida, de un mensaje con cierta carga de patriotismo y también de sinceridad para reconocer que las medidas adoptadas son contrarias a la ideología del partido, “dolorosas”, ha augurado nuevos paquetes de reformas y ha avanzado que se exigirán responsabilidades a los gestores que han llevado al país a esta situación, incluyéndose en cierto modo a él mismo .

La comparecencia ha sido de marcado tono político. Márquez no ha querido perder de vista que “el objetivo” de estas medidas es “el que persigue el Gobierno del PP, que no es otro que conseguir salir de la crisis económica en la que nos encontramos, reactivar al economía de este país para que se vuelvan a generar puestos de trabajo e intentar acabar con la elevadísima, insoportable, tasa de desempleo que sufre España”.

No ha ahorrado adjetivos. “Con sinceridad y honestidad, las medidas que se han anunciado y se van a ir adoptando a partir de este momento son medidas duras, dolorosas, que a nadie le gusta, que a todos nos afectan, que a todos nos incumben y a todos nos piden esfuerzo”, ha analizado.

Las medidas son tan “radicales” que al PP no le queda más remedio que reconocer que con las mismas hipoteca su credibilidad. Si funcionan pueden ser los héroes que sacaron al país del hoyo, pero si fracasan, asumen desde ya que los ciudadanos les aplicarán un severo correctivo en las urnas. “Apostamos nuestra credibilidad en ello”, ha llegado a decir.

Y con tanto en juego, nada menos que la credibilidad política y de gestión de un Gobierno y de un partido, no es de extrañar que Márquez haya prometido que los parlamentarios nacionales del PP van a echar el resto para explicar las medidas a la ciudadanía, martilleando los oídos de todos con la defensa de sus argumentos, de los porqués de estas medidas, de las causas de la situación, y los objetivos que se pretenden conseguir.

“Creo que los españoles se merecen que les expliquemos reiteradamente el porqué se toman estas medidas, cuál es la situación que nos lleva a tener que adoptar inevitablemente un conjunto de decisiones dolorosas y sobre todo qué perseguimos con ello y que los ciudadanos juzguen en el corto, en el largo y en el medio plazo la bondad de esas medidas porque eso es la democracia, que los ciudadanos en cada momento decidan cuál quiere ser la opción que ellos consideran la más adecuada para la solución de sus problemas”, ha defendido Márquez.

Herencia

En el porqué, en las causas que han llevado al país a esta situación Márquez ha vuelto a tirar de la herencia recibida. De la mala gestión del Gobierno de Zapatero. “Estamos tremendamente endeudados y con un déficit mucho más que excesivo”, ha justificado. Se gasta más de lo que se ingresa, tal y como ha explicado, en una de las pocas pinceladas técnicas, si ha llegado a eso, que ha dado en media hora de comparecencia. La deuda del país es de 1,8 billones de euros. “La mayor de todo occidente”, ha justificado Márquez. “España está en un muy mal momento. No está peor que antes, realmente, no está peor que hace seis meses cuando el PP llegó al Gobierno. Lo que pasa es que ahora conocemos con claridad cómo estamos y es importante y es la base de todo saber cómo estamos y decirlo. Este Gobierno toma medidas duras, dolorosas, que considera necesarias, inevitables diría yo, para poder salir de esta crisis. Pero desde luego este Gobierno está diciendo la verdad, incluso cuando hace aquello que creía que no tenía que hacer, incluso cuando toma medidas que no estaban dentro de su programa electoral y que cree que son necesarias en el corto plazo, pero que habrá que corregir de nuevo en el medio y en el largo plazo, este Gobierno dice la verdad aún cuando duela”, ha reclamado el mérito para sí en clara contraposición a la actitud del Gobierno de Zapatero, que tal y como ha recordado seguía el 23 de diciembre anunciando el cumplimiento del objetivo de déficit del 6 por ciento cuando luego fue del 8,9 por ciento, 30.000 millones de euros de desviación que le toca al PP corregir.

“El Gobierno socialista se pasó dos años mirando para otro lado, recordémoslo, negando la evidencia gastando sin criterio y después cuando empezó a reconocer la evidencia de la situación se pasó otros tres años sin hacer prácticamente nada. Yo no quiero hablar de herencia recibida porque creo que ya basta, creo que hay que trabajar mirando el futuro y hacia delante, pero es inevitable recordar cómo estamos y por qué estamos así. El resumen de la situación actual son cinco años de crisis y eso sí, seis meses intentando buscar soluciones, las que este gobierno cree que van a sacar a España de la terrible situación en la que nos encontramos y además es importante saber qué ha pasado porqué hemos llegado hasta aquí”, ha defendido Márquez.

Y antes de mirar hacia delante ha vuelto a mirar para atrás. A esta situación de crisis aguda y “endeudamiento insoportable” se ha llegado “porque se han tomado decisiones equivocadas a lo largo de los últimos años, muy equivocadas, insensatas, irrazonables”.

Sin alternativa posible

Otro de los argumentos en defensa del Gobierno de Rajoy pasa por negar cualquier otra alternativa posible para salir del pozo. Sí, “España no puede más. Las arcas públicas prácticamente están exhaustas”, los inversores no confían en que el país sea capaz de devolver lo que debe, a pesar de los ajustes este año España gastará 90.000 millones más de los que va a generar. Y sólo, si todo va bien será a partir de 2014 cuando se alcance el déficit cero y se pueda comenzar con sucesivos ejercicios de superávit a recortar realmente la deuda que a día de hoy se sigue adquiriendo.

“Ese es nuestro gran problema que durante muchos años hemos permitido que vivamos en un mundo que no es el real, en el que se gasta más de lo que se ingresa sin pedir explicaciones, por tanto el Gobierno está dando los pasos adecuados, los que hay que dar, se han dado algunos muy importantes en estos primeros seis meses. Y habrá que seguir dándolos”, ha defendido Márquez.

Y ante eso poco a nada más se puede hacer que lo que está haciendo el Ejecutivo de Rajoy ha defendido Márquez, que en ningún momento aludió a que el país esté intervenido.

“No nos llevemos a engaños digan lo que digan no creo que haya alternativa. No creo que haya mucha alternativa a esto. Yo retaría a que se presentaran las alternativas. A través de los medios de comunicación, porque no las conocemos. La izquierda socialista habla de que es necesario el impuesto del patrimonio sobre las grandes fortunas, que lo analicemos, que veamos cuanto se puede recaudar con eso. Ni siquiera se niega la posibilidad de poder hacerlo, pero ¿realmente serviría para arreglar el tremendo agujero presupuestario que tenemos anualmente? ¿Es así? ¿Son medidas realistas? ¿Es posible hacerlo? La izquierda radical habla de que es necesario gastar más, que es necesario seguir gastando para poder crecer, y ¿cómo se financia ese gasto, o mejor, quién lo va a financiar? ¿Quién va a prestar a España en unos momentos en los que ya tenemos tremendas dificultades para poder refinanciar nuestras necesidades básicas para cumplir este presupuesto de 2012, un presupuesto austero?. Por tanto no nos engañemos, o mejor dicho no engañemos a los ciudadanos no hay muchas alternativas a la política económica de este Gobierno orientada a sacarnos de la crisis en el plazo de tiempo más breve posible, sabiendo que no van a llegar mañana”, ha defendido Márquez.

Y no ha negado la apuesta por el crecimiento, pero primero, eso sí hay que ajustar cuentas. “El Giobierno del PP está de acuerdo en que es necesario abordar políticas de crecimiento, pero para ello necesitaremos equilibrar nuestras cuentas. No hay crecimiento posible con un gasto desbocado, no hay crecimiento posible sin consolidación fiscal que asegure que por la vía del ingreso es posible abordar la vía del gasto subsiguiente. El Gobierno del PP ha abordado esta inmensa tarea”, ha zanjado Márquez.

Arrimar el hombro

Márquez no ha dejado pasar la oportunidad de salpicar su discurso con llamamientos a la ciudadanía para que arrime el hombro por España. Un mensaje con tintes patrióticos.

“Hay que ser, y yo creo que esto es lo que debemos pedirle a los españoles, hay que ser audaces, hay que consolidar el esfuerzo. Sabemos que se le está pidiendo a las familias españolas un tremendo esfuerzo, que tenemos que hacer todos y cada uno de nosotros. Mentiríamos si pensáramos que podemos salir de la más grave crisis que conoce nuestra historia reciente sin un esfuerzo colectivo como nación. De todos los trabajadores del sector privado, de los del sector público, de los empresarios, de todo aquel que se siente parte de esta nación que sin ninguna duda tiene futuro y saldrá adelante. El esfuerzo está ahí y reconozco que hay que repartirlo equitativamente”, ha lanzado Márquez.

“Este no es el momento de las ideologías, es el momento del pragmatismo. Es el momento de las decisiones prácticas y necesarias; de que todos empujemos este barco. España se encuentra en una tormenta sin precedentes y necesita el apoyo de todos, sé que este llamamiento, que lo hizo el presidente del Gobierno el miércoles, puede resultar altisonante, excesivo, no lo es, estamos en un momento en el cual necesitamos, quizás no el respaldo, pero al menos la comprensión de todo aquel que siente que tiene un papel que jugar en este esfuerzo colectivo que se llama España”, ha insistido Márquez.

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