Así estaba la vieja cárcel de Los Rosales poco después de su cierre

En noviembre de 2017, 60 años después de su apertura, se echaba el cerrojo definitivo en el centro penitenciario de Los Rosales, el segundo más antiguo de España tras el penal del Dueso, en Santoña. Tres años después, el vetusto edificio tiene al fin sentencia: su demolición para dar paso a la construcción en el solar de un nuevo centro de menores extranjeros no acompañados. 

Cuatro mil metros cuadrados de hormigón y barrotes que pasarán de albergar presos a niños inmigrantes. En la actualidad se encuentra ocupado por inmigrantes irregulares, muchos de ellos llegados a Ceuta en las entradas masivas del 17 y 18 de mayo, pero durante mucho tiempo después de su cierre, la prisión de Los Rosales permaneció congelada en el tiempo. Un no-lugar despojado de vida. Envasado al vacío. 

Ceuta al Día accedió al interior de la prisión poco después de su cierre, aún con las huellas de lo cotidiano presentes.Manzanas a medio morder y partidas de dominó a medio jugar; mobiliario fantasma que oficialmente ya no existía. Todo había sido ya “desafectado”, amortizado y borrado de los archivos, arrumbado en el limbo burocrático… Este es un recorrido fotográfico por aquel no-lugar, condenado hoy a ser demolido.



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