24 diciembre 2020 17:05 h.
Las calles no son hoy las que fueron. Y es que de todos los cambios operados por la pandemia de covid en la sociedad quizá el más persistente es el social, el que ha venido mostrando imágenes que no son habituales. Y en la Tardebuena ceutí eso también se ha dejado sentir. Dónde otros años había un escenario tan sólo había más mesas que nunca, porque a algún hostelero le ha faltado poner las de la playa para tratar de aprovechar más la jornada. Donde otros años había una masa informe de gente peleando por medio metro cuadrado había de nuevo mesas, y no todas llenas. Los ceutíes han entendido el mensaje y han optado por pasar página y resguardarse en casa, como deseando, acelerando que pase este 2020 tan pandémico. Las plazas lucían tranquilas, sin aglomeraciones y llenas, llenísimas de mesas. Sin ánimo de despreciar la importancia del espacio público ni querer regalárselo a los hosteleros, algún responsable público debería apreciar que en muchos sitios, más mesas hacen lucir más las calles y contribuyen a llenarlas de más vida. Un ejército de protección civil y policías además vigilaban que nada se saliera de madre o de la distancia de seguridad, restringiendo incluso accesos a plazas desde algunas direcciones. Las mesas de los locales de copas las han tomado desde muy pronto los adolescentes, cogiendo sitio como si fuera haber un fiestón sin darse cuenta que apenas les quedaba un ratito para las 18 horas, cuando la tardebuena acabará este 2020 por decreto del consejero de Sanidad. Fin. Felices Fiestas.
