La Consejería de Medio Ambiente y los trabajadores de Obimasa han logrado encontrar una solución salomónica para poder sacar adelante al nuevo convenio colectivo en la empresa municipal. Los trabajadores aparcarán a su pesar sus dos principales reivindicaciones: la jornada de 35 horas y la reclasificación de los puestos de la empresa.

La negociación, explican fuentes de UGT, había encallado en estos puntos, poniendo en peligro la firma del convenio. El sindicato, mayoritario en el comité de la empresa municipal, lamenta la actuación de Comisiones Obreras a quien acusa de presionar para intentar renegociar pese a su condición de minoritario un convenio que ya fue aprobado en mayo por los trabajadores, recuerdan, y que ahora será necesario reescribir en parte. 

Finalmente, los trabajadores, ante el riesgo evidente de naufragio total de las negociaciones, han accedido a diluir la jornada de 35 horas, que no se mencionarán explícitamente en el texto. Para la Ciudad la jornada de 35 horas es “ilegal”, pese a que se aplica en el resto de empresas municipales y en el propio Ayuntamiento, algo falso a juicio de UGT. A cambio, el texto del convenio deja en el aire la cuestión y reflejará que la jornada laboral en Obimasa “se ajustará a la legalidad vigente”.

El otro punto de fricción en la negociación, la reclasificación de los trabajadores, queda aparcado pata seguir negociándolo, explican fuentes de UGT.