La Sección Sindical de Comisiones Obreras (CCOO) en la Ciudad ha pedido a las consejerías de Educación y Sanidad “que considere la posibilidad de acotar la ocupación” de la Escuela Infantil Juan Carlos I “asociando el número de alumnos a la prestación de servicios para aquellas familias que necesiten de este servicio público para la conciliación familiar” para minimizar el riesgo de propagación del coronavirus.

El sindicato considera que de esta forma “se reduciría la exposición al riesgo por parte de los alumnos y trabajadores contribuyéndose a la contención de la pandemia”. Según la central, en la Escuela Infantil se mantiene una ratio de alumnado “del 100%” de aforo en aquellas unidades educativas en las que sus empleadas no han sido confinadas en cuarentena.

Las autoridades sanitarias ordenaron el martes de la semana pasada clausurar la Escuela Infantil Juan Carlos I después de que un positivo de la enfermedad del coronavirus declarado en la plantilla del centro afectase al 57% del personal de la misma y al 56% de sus aulas. El centro cuenta este viernes, tras la declaración de nuevas cuarentenas, con diez trabajadores de alta para atender cinco aulas y solo se presta al servicio de comedor al alumnado de cero a un año.

“Los trabajadores del centro son lo suficientemente profesionales para mantener estos niveles en la demanda de tarea, pero es de dominio público que minimizar las concentraciones de personas es una de las recomendaciones básicas para la contención de la pandemia de la COVID-19, ya que cualquier contacto estrecho aporta variables de riesgos y cada una, más posibilidades de contagio y una incertidumbre añadida que manejar”.

A ojos de la Sección Sindical resulta incomprensible que, mientras en todos los centros de enseñanza reglada se ha rebajado a un máximo de 15 estudiantes por grupo el número máximo de presentes en un aula, en los centros de Infantil dependientes de la Administración local no se hayan ajustado los aforos en el mismo sentido. Comisiones Obreras entiende que el criterio para actuar en ese sentido debería ser priorizar la asistencia de los niños de familias que no tienen alternativa, por obligaciones laborales, para conciliar su vida familiar.