Comisiones Obreras se ha empecinado en acercar a la ciudadanía de a pie los pormenores de la reciente reforma del sistema público de pensiones. Tal y como prometió la organización hace escasas fechas, Carlos Bravo, uno de los mandamases de la organización a nivel estatal, se ha dejado ver este lluvioso 8 de junio por nuestra ciudad para destripar algunos de los entresijos de la referida reforma.

El sindicalista decidió emprender hace ya algunas semanas una suerte de gira a lo largo y ancho de la geografía nacional para divulgar las bondades de la nueva reglamentación (y para apuntarse el tanto, de paso). Pese a que, inicialmente, visitar Ceuta no entraba dentro de sus planes, Bravo acabó aceptando a instancias de Emilio Postigo y los suyos. En palabras del propio secretario general de CCOO en suelo caballa, la idea de traer al experto pasaba por "explicar lo más importante del acuerdo", sin adornos ni dilaciones innecesarias.

Bravo se desempeña, hoy por hoy, como secretario de Políticas Públicas y Protección Social, cargo que la ha valido la plena participación en el proceso de negociaciones colectivas del que emanó la reforma. Según este, "el consenso ha permitido reconducir completamente el rumbo de nuestro sistema de pensiones", circunstancia que, a la postre, repercutirá positivamente en la calidad de vida de la clase trabajadora (al menos, sobre el papel).

En la interminable ristra de acuerdos que se han ido alcanzando por el camino, se ha desechado la reforma que el Gobierno de Mariano Rajoy acometió en el año 2013 y que "tenía como objetivo -decía Carlos- una disminución estructural de la cobertura de la Seguridad Social".

Dentro del paquete de medidas pactadas, se encuentra, por ejemplo, "el refuerzo de los ingresos mediante transferencias presupuestarias, el fomento de la permanencia voluntaria en el empleo entre aquellas personas que puedan y quieran, el establecimiento del principio de cotización por ingresos reales para el trabajo autónomo y el refuerzo de los ingresos vía cotizaciones a la Seguridad Social".

A efectos prácticos, la cosa viene a significar que "las bases de cotización se van a ver incrementadas en hasta un 38% de aquí al año 2050". Esta y otras tantas iniciativas de similar naturaleza deberían dar como resultado "un efecto de refuerzo en la estructura de ingresos de la Seguridad Social equivalente a los recortes que pretendía imponer la reforma del 2013". "Estamos muy satisfechos", confesaba Bravo, que recordaba que el acuerdo ha sido posible gracias a la "colaboración tripartito" (Gobierno, CEOE y sindicatos).

La teoría está muy bien, pero, ¿qué hay de la práctica? Según el gerifalte de Comisiones, "la reforma se irá sobreponiendo en períodos transitorios largos durante los próximos años". Está habrá de aplicarse, además, "de manera íntegra", lo que afectará a estudiantes que desarrollen prácticas. En virtud de la nueva norma, el tiempo que estos alumnos pasen fuera del aula contará a efectos de cotizaciones a la Seguridad Social, "haya o no compensación económica". "Si tenemos en cuenta que, en este país, hay 2,5 millones de estudiantes entre universidad y formación profesional, el volumen de jóvenes que van a tener derecho a cotización se va a multiplicar cada año", zanjaba Bravo.