La problemática, por desgracia, casi normalizada de vehículos y contendores calcinados ha llevado al Gobierno de la Ciudad ha pulsar el botón de emergencia en aras de adoptar medidas más coercitivas que consigan disuadir a los vándalos de la quema, como es el uso de drones de vigilancia, en colaboración de las fuerzas de seguridad, poniendo a disposición de los mismo sus propios medios, como es el caso de la Policía Local.

La posibilidad se encuentra sobre la mesa, tras conversaciones con Delegación del Gobierno, aunque, ha especificado el portavoz del Ejecutivo, Alberto Gaitán, que se deberá estudiar antes de darle luz verde. “Se trata tan solo de una idea”. En el mismo sentido, ha alentado a la ciudadanía a la colaboración como principal medida preventiva para evitar las situaciones vandálicas.

En el mismo ámbito, el portavoz ha destacado que de junio del pasado año al de este 2023 se han retirado de la vía pública 230 vehículos, muchos de ellos calcinados. Una importante cifra que satura al depósito municipal. Por lo que se ha abierto expediente para trasladar del mismo 50 vehículos a la planta de tratamiento.