La vicepresidenta Primera del Gobierno de Ceuta, Mabel Deu, ha cifrado este viernes en 425 el número de menores marroquíes migrantes solos que permanecen acogidos por la administración local en el alojamiento provisional de Piniers y el Centro de Realojo Temporal de La Esperanza, un 40% de los 1.109 que fueron reseñados por la Policía Nacional tras la avalancha migratoria que se produjo entre el 17 y el 19 de mayo.

En declaraciones a los medios, la también consejera de Presidencia se ha congratulado por haber podido clausurar como albergues tanto las naves de los polígonos del Tarajal como el polideportivo Santa Amelia, equipamientos que también se utilizaron durante meses para dar asistencia básica a los jóvenes no acompañados.

La Ciudad Autónoma, competente en materia de Menores desde 1999, ha logrado completar hasta ahora la reagrupación de “entre 50 y 60 niños” con familiares residentes en la península y en agosto completó hasta su paralización por orden judicial la expulsión exprés al Reino alauita de otros 61 adolescentes (seis tenían en realidad más de 18 años, según se comprobó en la frontera).

Deu ha atribuido al progresivo cumplimiento de la mayoría de edad por parte de “muchos”, a la existencia de retornos voluntarios y al cruce del Estrecho de Gibraltar por canales irregulares la diferencia existente entre el número de menores recibido en mayo y el de acogidos actualmente.

El número de niños que permanece en las calles de la ciudad se cifra desde fuentes de las oenegés que mantienen contacto directo con ellos en “alrededor de un centenar” y un contingente indeterminado ha podido hacerse pasar por adultos para salir de la ciudad en dirección al continente europeo con solicitud de protección internacional admitida a trámite, como han conseguido ya cerca de 2.000 compatriotas mayores de edad durante los últimos seis meses.

La vicepresidenta ha añadido que la administración local sigue “trabajando” en la elaboración de los cerca de 500 informes individuales que le ha solicitado la Delegación del Gobierno para incoar expedientes de repatriación de acuerdo con el Reglamento de la Ley de Extranjería que se quiso eludir en agosto, algo que todavía no se ha hecho en ningún caso.

Para iniciar esos procedimientos es necesario recibir de las autoridades marroquíes que den cuenta del contexto social y familiar de cada niño en su país de origen o, en su caso, el compromiso expreso de sus servicios de protección del menor hacerse cargo de ellos si se materializase su regreso.