Los funcionarios de Justicia están en pie de guerra. Todos los sindicatos están protestando, los letrados también. Y este viernes, la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) ha alargado las protestas este viernes con una concentración en la puerta del Palacio de Justicia. Su objetivo es parar el anteproyecto de Ley de Reforma de la Justicia por entender que se ha vulnerado con el mismo un derecho fundamental del empleado público, la negociación colectiva. 

“Reivindicamos el hecho de que se esté imponiendo autoritariamente las relaciones de puestos de trabajo, ahí vienen definidas las condiciones esenciales laborales de los funcionarios. Es un atentado y atropello en toda regla a los derechos fundamentales de los trabajadores”, ha sentenciado el responsable de Justicia del sindicato, Julio Díaz.

La razón es que en las relaciones de puestos de trabajo “se decide concretamente los destinos, las posibilidades de movilidad voluntaria, la jornada, el horario y las retribuciones complementarias. No me digas que eso no es importante como para que se consulte con los representantes de los trabajadores. Nos la quieren imponer sin previa negociación”, ha explicado Díaz.

De ahí que quieran que se pare el actual anteproyecto de Ley para que se abra una negociación con los representantes de los trabajadores de Justicia y poder así opinar sobre su futuro, negociar sus condiciones con el Gobierno.

Más allá de la protesta, CSIF ha presentado una queja al Defensor del Pueblo y ha abierto una línea de contacto con el Grupo Parlamentario del Partido Popular en el Congreso para que trate de parar la reforma. El Defensor del Pueblo ya ha admitido a trámite la queja y el PP ya ha mostrado su apoyo al sindicato.

Por otro lado, Díaz ha pasado de forma somera sobre la situación en la que desempeñan su labor en la ciudad los funcionarios de Justicia. Lamentables. “No hay medios materiales y los que hay están obsoletos. Es un desastre. Se requiere o se necesita una plantilla adicional de 20.000 efectivos (en España). En Ceuta habría que negociarlo y estudiarlo y es de lo que estamos hablando. Falta personal y material. ¿Cómo vas a pedir a un funcionario que trabaje y exigirle unos objetivos y le cuando se sienta por la mañana en el ordenador le sale el circulito, que en el argot de los juzgados le llamamos donut, y se tira así media hora o cuando no directamente se le cae el programa? Un desastre”, se ha quejado Díaz.