La actuación de urgencia por la Consejería de Fomento ante el riesgo de derrumbe de la carretera de acceso a la barriada de Alcalá del Valle, pese a no ser competente, le está trayendo más quebraderos de cabeza de los previstos. El corte al tráfico rodado del único acceso ha soliviantado a los vecinos por las incomodidad que supone y por la imposibilidad de acceso también para los servicios de Emergencias, como se pudo comprobar este mismo lunes, cuando un vecino sufrió un infarto y tuvo que ser evacuado en camilla.

El consejero de Fomento, Néstor García, que ya explicó la situación en el Pleno de la Asamblea, insiste en que la Ciudad actúa de forma subsidiaria y ante el riesgo real de desprendimientos en la carretera de acceso, priorizando la seguridad. En unos terrenos, subraya, que no son propiedad de la Ciudad ni de su competencia, sino suelo privado, por lo que a posteriori habrá que dirimir quien asume la factura de alrededor de 300.000 euros.

Así y todo, García "comprende" las quejas de los vecinos pero insiste en que ha de prevalecer el principio de seguridad. Para agilizar las obras, Fomento se ha decantasdo por una encomienda de gestión a TRAGSA que acortará los plazos de ejecución lo más posible. De forma paralela, el Gobierno local busca otras vías de acceso a la barriada, un punto en el que trabajan técnicos de Fomento y Gobernación, pero que no va a resultar sencillo debido a la complicada orografía de la barriada.