El Gobierno aprueba el principio del fin de la GIUCE


El Gobierno aprueba el principio del fin de la GIUCE

- Fomento apunta un ahorro de 8 millones de euros a las arcas públicas y pasa por alto todos los aspectos polémicos de su creación y trayectoria

- La oposición critica la falta de criterio del Gobierno y de protección a los trabajadores que han preferido de forma unánime integrarse en Fomento y asegurar sus puestos de trabajo

El Gobierno ha aprobado este lunes en el Pleno de forma inicial la disolución de la Gerencia de Infraestructuras y Urbanismo de Ceuta (GIUCE). Un viaje de ida y vuelta de cuatro años desde la Consejería de Fomento que sirvió para mantener con cargo público a Juan Manuel Doncel, cuando dejó de ser elegible por estar imputado por el ‘Caso ruidos’, que acumuló la polémica por el elevado alquiler a Correos -200.000 euros- que tuvo que ser pagado tras reclamo judicial, pero también para otras cifras como las que ha repasado la titular de Fomento, Susana Román, que no ha dudado en afirmar que si se disuelve es por la voluntad de los trabajadores de integrarse en la consejería ante el temor a que la reforma del sector público los llevara por delante como arbolitos ante un río embravecido. “Era y es en mi opinión y la de este Gobierno un instrumento útil”, ha asegurado Román.

En 4 años el organismo ha gestionado obras públicas por valor de 75,8 millones de euros, sumando un ahorro en diversos conceptos a lo largo y ancho de sus 82 proyectos y anteproyectos, más de 130 informes anuales, direcciones de obra y proyecto, o las más de 400 licencias tramitadas, de casi 8 millones de euros a las arcas públicas, según ha desgranado Román.

La titular de Fomento se ha encargado de recordar que el trabajo capital de la sociedad municipal se ha centrado en las direcciones de obra, en las redacciones de proyecto, en el planeamiento urbano poniendo fin al nuevo Plan General de Ordenación Urbana y en el área de contratación.

Para presentar este lunes la disolución de la sociedad pública, Román ha tenido que llevar a cabo en los últimos meses dos acciones capitales, la coordinación con el área de Recursos Humanos para integrar de nuevo a toda la plantilla en sus lugares de origen, plantilla que la propia Román se ha encargado de aclarar que no ha crecido ni menguado desde que se creó la GIUCE y por otro lado la firma de un convenio con la Consejería de Hacienda para traspasar los créditos vigentes y en marcha por las obras que aún se acometen con cargo a esta sociedad.

Sólo dos flecos pendientes que ha puesto sobre la mesa Fatima Hamed, entre ellos más de 120.000 euros que figuran en la contabilidad de la sociedad como de dudoso cobro y un remanente de tesorería superior a los 200.000 euros en febrero de este mismo año. Cuestiones contables propias de la disolución inicial que se emprende ahora, según ha aclarado después Román, dado que a la sociedad le quedan días contados.

En el lado crítico la oposición con dos posturas: de un lado la de Caballas, su portavoz Moohamed Ali ha señalado al Gobierno la contradicción de creer que la Gerencia es un instrumento muy útil al tiempo que la disuelve: “Si tenía un instrumento útil a su alcance ha hecho un mal uso porque la gente se ha ido porque se ha sentido desprotegida”, ha reflexionado Alí, que es justamente lo que le ha pedido al Gobierno: reflexión.

El de Caballas ha acusado al Ejecutivo de no proteger suficientemente a los trabajadores, y ha criticado los vaivenes y falta de criterio del Gobierno, al recordar que fue la propia Román, entonces en otras funciones, quién llevó al pleno la disolución del Instituto Ceutí de Deportes, sin que ello haya sucedido finalmente. “Con el ICD lo van a hacer peor aún que con la GIUCE”, le ha vaticinado Alí convertido en adivino. A pesar de ello, Caballas se ha abstenido junto con su ex diputada Fatima Hamed.

Algo más duro fue Carracao, que recordó al Gobierno la gran mayoría de los aspectos polémicos por los que ha atravesado la GIUCE desde su creación, incluyendo los 200.000 euros e alquiler anual que costó al principio la entidad y que sólo la obligada austeridad y reordenación del sector público abortaron. “Son un desastre de Gobierno”, ha esgrimido Carracao, en una crítica que el portavoz socialista ha reiterado durante la sesión plenaria en varias ocasiones y que parece que va a ser lugar común de su discurso de aquí a la cita con las urnas.

“Provocan problemas donde no los hay y no resuelven los que existen. Jamás tuvo que crearse”, le ha espetado Carracao a Román, al tiempo que le subrayaba que había reconocido que las sociedades públicas y los diversos organismos funcionan en ocasiones con la misma falta de agilidad que la propia administración. En coherencia con la postura mantenida desde el primer día por el PSOE que se opuso a la creación de la GIUCE, el partido ha votado a favor de su disolución junto con el PP.

Y Rachid Hamed, el diputado ex del Partido Popular que también ha dado su visto bueno a la disolución bajo unos argumentos expresados de forma bastante extraña: “La gente estaba liada con el tema. Lo van a agradecer los ciudadanos. ES como si uno iba al oftalmólogo y le preguntaba: - ¿qué ojo le duele el derecho o el izquierdo? Y en función del que le doliera le enviaba a un lugar u a otro”.

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