Por un lado el Gobierno ha encomendado a la multinacional de titularidad pública Tragsa un contrato de seis meses para la limpieza de las instalaciones deportivas del ICD por un montante de 137.291 euros. Y por otro lado, el Consejo de Gobierno ha dado luz verde a la renovación de la encomienda a la filial Tragsatec para la prestación del servicio de monitores de natación y socorrismo en el polideportivo “Guillermo Molina”. El contrato tiene una duración de un año por un montante de 450.000 euros.

Ambos servicios están pendientes de salir a licitación, según aseguró el Gobierno en sesión plenaria, después de que durante varios años lo ejerciera sin contrato al caducar la concesión la empresa Arasti Barca, con la que ha mantenido la Ciudad un largo litigio, pee a ser una causa perdida de antemano.