Lorenzo Jesús del Río Fernández, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla desde 2010, no oculta su disgusto ante el brete que ha dejado a la Justicia el Gobierno central, fiando al visto bueno de los tribunales las medidas especiales necesarias tras el final del Estado de Alarma. 

“No creo que los tribunales tengan que ser los que gestionen la pandemia, para eso está la gestión política”, lamentaba Del Río a preguntas de los medios durante su visita a la ciudad autónoma, bajo su jurisdicción. “Nos han obligado a convertirnos en quienes gestionemos el fin del estado e alarma, que es una situación que no me ha gustado, hubiese preferido tener una legislación mucho más clasificadora, mucho más potente y que no diera lugar a lo que está pasando, que los tribunales de Justicia tengamos que interpretar el artículo 3 de la Ley 1986, que es un precepto indeterminado, abierto, que no utiliza la palabra pandemia, ni confinamiento, ni la palabra toque de queda y por tanto obliga una interpretación de un supuesto de suspensión de derechos fundamentales indiscriminada y desconocida, con muchas interpretaciones con muchas dudas jurídicas”.

El supuesto “paraguas jurídico” que ha desplegado el Gobierno central tras el decaimiento del Estado de Alarma, no es suficiente, reprocha Del Río. "Ese paraguas jurídico que se abre es muy abierto, lleno de dudas en dos aspectos claves el confinamiento y el toque de queda, la libertad de reunión y de desplazamiento, que son derechos fundamentales y para los que en principio no estaba prevista esa ley de 1986”.

No se trata de redactar una nueva Ley de pandemias o reformar la Ley de 1986, apunta Del Río. “Lo importante es que los jueces tengan una legislación razonable y que no admita tantas dudas e interpretaciones, la palabra pandemia, la palabra crisis sanitaria, son términos que solo se utilizan en la Ley de Estado de Alarma, la Ley que estamos aplicando ahora habla de situaciones singulares, particulares, de enfermos concretos y que hay que adoptar medidas de contención sobre ellos, pero no está contemplado para miles de individuos sin identificación y sin saber sus circunstancias”.

Un caos jurídico que ha llevado a que salas distintas d aun mismo tribunal hayan emitido sentencias diferentes. “Somos una comunidad autónoma enorme, que tienen una diversidad de salas que son orgánicamente independientes. Una cosa es que me duela que dos salas de un mismo tribunal digan cosas distintas pero parto de la base de que son absolutamente independientes”.