Francisco pudo por fin regresar a su ciudad natal tras cuatro años trabajando de vigilante de seguridad privada en la Península. El refuerzo de la seguridad privada primero en el Tarajal II con el porteo y ahora con la nueva frontera más ordenada le dio una oportunidad de volver a casa que ha visto como de repente se ha vuelto a esfumar. Con Francisco empezaron a trabajar en el paso fronterizo hasta 13 vigilantes por el día y otros tantos por anoche. Ahora son seis en jornada diurna y cuatro, “a veces cinco” durante las largas jornadas nocturnas. Y no dan a basto: “Por las noches en la frontera tenemos que desatender puntos para vigilar otros”, lamenta. A su lado Johnatan lo confirma. Si la Policía Nacional o la Guardia Civil les piden apoyo en un punto tienen que desatender otro. 

Johnatan y Francisco son dos de los vigilantes de seguridad privada, —un ‘víser’, como aún dicen los caballas— que por segunda jornada se han concentrado frente a la Delegación de Gobierno primero y frente al Palacio Autonómico después para protestar contra el recorte de personal en la frontera. Y seguirán haciéndolo. Han decidido prorrogar al menos una semana más las protestas para reclamar que se vuelva a contratar a los 31 profesionales a los que no se les renovó el contrato.

Javier Ríos, delegado sindical de CCOO en Eulen, ha recordado que el servicio empezó con 57 trabajadores y solo quedan 26. Un recorte que "ha provocado que no se perciba la presencia de la vigilancia privada en la frontera”. La consecuencia son retrasos y falta de fluidez en el tránsito en ambos sentidos, al ralentizarse los controles.”Somos una pieza fundamental para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE), estamos haciendo una labor excelente como han reconocido la Policía Nacional y la Guardia Civil”, insiste Francisco por su parte.

A todo ello habría que añadir otros factores, como el "intrusismo laboral” de Amgevicesa, denuncia el delegado sindical de CCOO en Eulen.

Pero de momento solo tienen incertidumbre. La Ciudad Autónoma se han limitado a decir que hay un presupuesto de 3,2 millones para la frontera, pero nadie aclara si habrá nuevas contrataciones ni si la apertura de la Aduana Comercial permitirá crear nuevos puestos de trabajo.