“Solo pedimos que se apruebe el convenio de Obimasa, como se aprueban todos los demás pero constantemente nos van toreando “, lamenta José Miguel Jiménez, presidente del Comité de Empresa, ante el Palacio Autonómico donde los trabajadores de la empresa pública se han concentrado —con las motosierras al máximo— para protestar por lo que consideran un agravio comparativo.

“Hay empresas municipales que han aprobado en Consejo de Administración puntos que nosotros nos dicen que son ilegales, queremos esos mismos informes”, exigen. Y es que, señalan, la diferencia con el trato a otras empresas de la Administración Local es humillante, con hasta un 400% de diferencia en incentivos idénticos. El mismo plus puede ser de casi 500 euros en una empresa pública de la Ciudad y de 80 euros en el caso de Obimasa.

“Llevamos con el convenio económico desde 2005, en lo social desde 2009, hay compañeros que ya han doblado tres y cuatro veces de convenio, lo nuestro siempre es ilegal y en otros es legal y con condiciones sociales y económicas mejores y ya nos hemos cansado”, explica Jiménez, que, avisa, estarán cada mañana, “en su media hora del desayuno”, frente al Palacio Autonómico hasta que el consejero de Medio Ambiente, Yamal Driss, desbloquee la situación “y deje de torearnos”.

Un trato discriminatorio que, temen en UGT, sea una manera del Gobierno de atacar al sindicato, que a diferencia del resto de sociedades municipales, ostenta la representación mayoritaria en Obimasa.