El proyecto Safe City será una realidad a finales de este año. Una idea que el Gobierno de Vivas lleva intentando poner en marcha desde 2014 y que recuperó en 2016 mediante fondos europeos. El objetivo, en lenguaje político, pasa por aprovechar las posibilidades de las nuevas tecnologías de la información para la mejora de la seguridad ciudadana. La realidad, en cifras, es que desde finales de noviembre con 68 cámaras de última generación vigilarán, muchas de ellas equipadas con software de identificación biométrica.

En cualquier esquina, casi en cualquier ciudad de cualquier tamaño, un cartel avisa al peatón que está entrando en una zona vigilada por cámaras de seguridad. Una medida antes excepcional y ahora habitual para garantizar la seguridad ciudadana o, al menos, disuadir a los delincuentes, a la que se suma Ceuta. El acuerdo entre la Secretaria de Estado de Seguridad y la Ciudad Autónoma para la creación y gestión conjunta de una base de datos, asociada a la iniciativa  Safe City (Ciudad Segura, en inglés) es un paso más, casi la recta final, para la puesta en marcha del proyecto, de instalación de una red de videocámaras anunciado por el consejero de Gobernación, Jacob Hachuel, para finales de este año 2018, una vez pasado todo el trámite de control, incluido el dictamen favorable de la Comisión de Garantías de la Videovigilancia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en Granada.

Tres tipos de cámaras vigilarán atentamente Ceuta, explica Hachuel a Ceuta al Día, dos de ellos bajo el control de la Ciudad, el otro, en manos de la Policía Nacional. En el caso de las cámaras responsabilidad de la Ciudad, se trata de cámaras de tráfico, fijas, sin capacidad de giro, instaladas en los puntos clave de la red viaria; y de cámaras de detección de focos de calor para la prevención de incendios.

Ojos que todo lo ven, enganchados a la red y acceso a la información de una base de datos

Pero es el tercer grupo el más sofisticado: las cámaras de seguridad ciudadana, CCTV. Cámaras que en Safe City estarán dotadas con sistemas de control biométrico para búsqueda por apariencia y capacidad para la detección de rostros e identificación. Ojos que todo lo ven, enganchados a la red y acceso a la información de una base de datos, que se instalarán en los puntos sensibles, cono los accesos a la frontera o a la barriada del Príncipe.

Dotadas con sistemas de control biométrico para búsqueda por apariencia y capacidad para la detección de rostros e identificación

Un proceso que ha implicado también un trabajo de coordinación con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del estado (CFSE) y la Delegación de Gobierno, destaca Jacob Hachuel, pues son quienes tiene la última palabra en materia de seguridad ciudadana y ellos han sido quienes han especificado las necesidades técnicas de las cámaras de video vigilancia, pues no son todas iguales.