No es ningún secreto que el servicio de autobuses urbanos de la ciudad no está pasando, precisamente, por el mejor de sus momentos. A la grave situación de pandemia que tanta mella hizo en el sector hay que sumar, además de la seguridad de los conductores, el conflicto abierto entre empresa y trabajadores, valedor de algún que otro parón a lo largo de los últimos meses.

A pesar de que las circunstancias pudieran no invitar al optimismo, lo cierto es que la situación, a las puertas de que el ente público haga efectiva la municipalización de la compañía, parece estar mejorando (aunque de manera gradual). Así lo perciben, al menos, buena parte de aquellos que usan el servicio con mayor asiduidad, que han notado, sobre todo, una agradecida caída en los tiempos de espera.

Según muchos usuarios, el flujo de autobuses se ha incrementado notoriamente. Pero, ¿hasta qué punto lo ha hecho? "A niveles previos a la pandemia", decía uno de ellos. "Hasta hace poco, si perdías un autobús, tenías que esperar entre 10 y 20 minutos hasta que llegara el siguiente; ahora, suelen ser entre 5 y 10, como máximo", añadía.

"Mejor que durante la época de pandemia; igual que antes del COVID", apuntaba otro usuario, en la misma línea que el anterior. Y es que, así podría resumirse, visto lo visto, el sentir general de buena parte de la ciudadanía caballa más acostumbrada a moverse en transporte público. Aunque el uso de mascarillas siga siendo obligatorio a bordo de los vehículos, atrás quedan las largas esperas derivadas, también, de la emergencia sanitaria (algo, sin duda, mucho más problemático que lo primero).

Desde Hadú Almadraba, aseguran que el incremento en la frecuencia de autocares obedece al arranque del nuevo curso escolar. "Se han incorporado nuevos refuerzos para dar respuesta a las horas de mayor afluencia", explicaba José Antonio Blanco, representante de la compañía, que agregaba que "no obstante, todavía quedan líneas por reforzar, como las de Juan Carlos I, El Príncipe y la frontera".

Blanco afirmaba que "la empresa ha aumentado los denominados 'turnos partidos'", lo que hace que, efectivamente, los usuarios noten "una mejoría en el servicio", aunque avisaba: "Solo en determinados tramos horarios, puesto que la compañía se ciñe a lo estipulado en el contrato suscrito con la Ciudad".

En base a esto último, Blanco volvía a hacer alusión a las líneas pendientes de recibir refuerzos. "Benzú y El Recinto son dos de las más afectadas. Ambas zonas reciben un autobús cada dos horas. Quizá la situación mejore cuando el servicio se municipalice", sentenciaba.