La cesión del 'Mistral' expira el uno de octubre y los barcos que Peregar valoraba adquirir ya han sido comprometidos para otras rutas
La basura de Ceuta está a quince días de no tener quien la saque. Fuentes de Urbaser consultadas por este medio revelan que la naviera con la que la empresa -actual concesionaria mediante prórroga por decreto del tratamiento de residuos y su salida hacia la Península- tiene contratado el traslado de los restos (Peregar), se quedará sin barco para cumplir el cometido el próximo uno de octubre. Además, las dos opciones que se barajaron para sustituir al actual navío, el 'Mistral', han volado, en tanto uno de los buques ha sido adquirido por otra compañía y el otro ya ha sido escogido para una ruta con Tánger.
El problema con el transporte de basuras viene de lejos. Urbaser, contratada por la Ciudad, no dispone de medios para esta tarea, pero tampoco los tiene de forma constante la otra empresa de la ecuación, Peregar, a quien la primera paga por realizar el cometido.
Sobre la bocina se consiguió salvar el escollo del verano, mediante una prórroga del alquiler del 'Mistral', que vence de nuevo en Octubre, según las fuentes consultadas. En esa tesitura, se esperaba que la naviera malagueña adquiriese en propiedad un navío. De hecho, tenía enfilada la opción de hacerse con el Ro-Ro Cargo 'Aurora', una oportunidad que se cayó porque no cumplía con los requisitos exigidos para el traslado de basura.
La firma se centró entonces en conseguir la propiedad de otro Ro-Ro Cargo, el 'Marín', que, sin embargo, ha sido comprado recientemente por un competidor del sector. La última opción, la de recurrir al 'Kaunas' se ha esfumado dado que se empleará en una ruta entre Tánger y Algeciras.
Y así, en cuestión de quince días, la salida de la basura en dirección a la Península podría volver a complicarse. "No parece que haya mucha vía. Solo podrían recurrir a una alquiler de última hora con alguien cercano, como Balearia, pero eso saldría carísimo", explican miembros de Urbaser.
El contrato que nunca llega
El fondo del asunto es complejo. La Ciudad se encuentra en proceso de licitar la gestión de la Planta de Transferencia del Monte Hacho por cinco años. La salida a concurso se ha retrasado tanto por los problemas que arrastra la Consejería de Fomento en casi todos los asuntos que de ella dependen, como por el hecho de que Urbaser se haya desmarcado de la cuantía que el Gobierno pensaba ofrecer por el servicio -estiman el coste del tratamiento de los residuos en cuatro millones más de los 28,2 que planteaba la Ciudad- y en que se esté valorando la posibilidad de separar en otro contrato el transporte de residuos, mientras urge que el Estado se haga cargo de esta parte.
Entretanto, el contrato, que según Ramírez estaría listo en Abril, sigue sin licitarse, y según afirmó este en una reciente sesión plenaria -en la que culpó del retraso y las complicaciones al incremento en el coste del traslado de la basura- espera esté operativo en enero.