A diario son cuantiosas las operaciones en general que tienen lugar en la red. Los españoles se muestran predispuestos a realizar toda clase de transacciones sin necesidad de salir de casa, valorando muy positivamente la enorme confortabilidad que ello proporciona.

Con tal de que cada operación concluya satisfactoriamente son necesarios los métodos de pago. Aunque no son los únicos aspectos que valoran los internautas. A continuación desgranaremos la lista de factores más trascendentes que acostumbran a ser tenidos en cuenta por los usuarios, con el objetivo de que tú también los analices antes de registrarte en una web que admita pagos.

Amplia lista de métodos de pago seguros

Sea cual sea la plataforma a la que se pretenda acceder, este detalle es el primero que no pasa inadvertido por los habitantes de España que hacen uso de la red para realizar transacciones a distancia. Por ejemplo, al entrar en un casino como el de paston apuestas, las miradas se dirigen automáticamente hacia los sistemas admitidos por la compañía para depositar el dinero que a posteriori será utilizado para jugar.

El caso recientemente mencionado es el mejor ejemplo posible de sitio web que traslada confianza y tranquilidad al consumidor medio. Y no es para menos, puesto que el listado de métodos de pago admitidos es amplísimo, tratándose éste del aspecto al que mayor relevancia otorgan los internautas.

Aunque no solo importa que exista mucha variedad entre la que poder elegir, sino que también adquiere trascendencia el nivel de seguridad. Afortunadamente es muy elevado en el caso de todos los sistemas soportados por el casino de Pastón, ejemplificándolo PaySafeCard, Neteller y Entropay.

Cifrado HTTPS

Si bien es cierto que hoy en día quedan pocas webs importantes que no utilizan el cifrado HTTPS, sigue habiendo alguna que otra. El resultado que obtienen por parte de la mayoría de usuarios es claro: un cierre automático del portal en línea antes de haber introducido ni un solo dato personal.

Estamos en 2019 y, más allá de la rapidez y la comodidad, prima la seguridad/privacidad por encima de todo. HTTP se olvida por completo de ambos términos, mientras que HTTPS los fomenta a más no poder. Empleando un potentísimo cifrado SSL/TLS se consigue que ningún dato pueda ser intervenido por terceras personas.

De esta manera, por ejemplo, el usuario sabe que al introducir los números de su tarjeta a través de una pasarela de pago, la operación tendrá lugar bajo condiciones óptimas de seguridad. Ello no sucedía en tiempos anteriores cuando el HTTP reinaba sobre Internet, lo cual comprensiblemente ocasionaba intranquilidad.

Interfaz gráfica intuitiva

Ciertamente este aspecto no resulta tan relevante como los otros dos que han sido sacados a colación. Aun así, influye directamente en el grado de satisfacción por parte de los internautas que acceden a una página web con tal de efectuar algún tipo de operación económica.

Ponte en situación: entras en un portal en línea que hace gala de multitud de métodos de pago, todos ellos muy seguros. Adicionalmente, funciona bajo el protocolo HTTPS. Perfecto, ¿verdad? Sin embargo, la interfaz deja mucho que desear en términos de intuitividad. No basta solo un clic para llegar a las secciones oportunas, sino que tienes que ‘pelearte’ con un diseño en absoluto amigable con el usuario.

Probablemente acabarías abandonando la web, ocasionando un aumento del tan temido porcentaje de rebote. Los administradores son plenamente conscientes de ello, por lo que cada vez trabajan más en dar forma a páginas muy fáciles de usar –sin olvidar la necesidad de elaborar diseños que resulten atractivos–.

A raíz de este aspecto es inevitable mencionar otro factor que es tenido muy en cuenta por la gran mayoría de españoles. Efectivamente, nos referimos a la utilización de otros dispositivos más allá de los clásicos ordenadores.

Web responsive que se vea perfectamente en móviles y tablets

Antiguamente los usuarios solo realizaban transacciones monetarias a través del ordenador no solo por falta de medios tecnológicos, sino también por una carencia a nivel de confianza. Solo los portátiles y equipos de sobremesa ofrecían tranquilidad y fiabilidad a los consumidores. Pero todo cambió con la llegada de smartphones y tablets tan o más potentes que los PC.

Los sistemas de seguridad y privacidad que implementan los citados dispositivos están a la altura de los ordenadores. Así pues, no es de extrañar que cada vez más, por motivos de comodidad, se haga uso de ellos con tal de realizar transacciones online, alternando con los ordenadores de vez en cuando.

Para tal fin es ideal optar por un sitio web responsive. Y es que un mismo diseño se adapta perfectamente a las pantallas de todos los aparatos empleados, sean cuales sean las pulgadas a tratar. Fruto de ello, el usuario se olvida de tener que interiorizar el funcionamiento y el diseño de varias versiones distintas.