El regreso del deporte, antídoto para la crisis de las casas de apuestas

El regreso del deporte, antídoto para la crisis de las casas de apuestas
El regreso del deporte, antídoto para la crisis de las casas de apuestas
El regreso del deporte, antídoto para la crisis de las casas de apuestas
Analizamos las repercusiones sociales y económicas de una crisis sin precedentes en el sector, que mira con cierto optimismo el futuro por el regreso de las competiciones.

Hay negocios en los que es casi imposible diversificar y que han sufrido especialmente el parón del mundo por el coronavirus. Uno de ellos es el de las casas de apuestas. La suspensión y cancelación de multitud de eventos deportivos ha dejado la industria con una total incapacidad para generar ingresos, provocando pérdidas millonarias y haciendo que la sostenibilidad del negocio a corto y medio plazo se tambalee. La progresiva desescalada que se vive en muchos países europeos se ha percibido como un bálsamo que permitirá recuperar la actividad apostadora, intentando minimizar el tremendo impacto que esta crisis ha tenido en el sector. ¿Qué medidas han llevado a cabo las casas de apuestas para intentar mitigar los efectos negativos de estos meses sin deporte? ¿Cómo puede cambiar el sector tras esta crisis?

Si bien es cierto que hay competiciones cuya previsión es retomarse cuando la evolución de la pandemia lo permita, todas las casas de apuestas trabajan con unas previsiones en las que para 2020 tenían en cuenta la celebración de la Eurocopa y los Juegos Olímpicos. Ambas han sido aplazadas al 2021, mientras que otros eventos de gran importancia para el sector como Wimbledon o las carreras de caballos de The Grand National se han visto cancelados, provocando un desequilibrio económico en esta temporada de dimensiones muy notables. Del 27 de abril al 1 de mayo hubo una reunión de la plana mayor del sector para intentar diseñar estrategias y llegar a acuerdos de colaboración que permitieran gestionar una situación tan crítica, que no podrá resolverse ni siquiera con la reanudación del deporte en el mes de junio o julio, tal y como indica BangkokPost

"Esto es una cumbre de emergencia, nuestro objetivo es establecer cómo podemos sobrevivir, pero también habrá que replantearse la sostenibilidad del sector a largo plazo", decía Andrew McCarron, presidente de la Sports Betting Community. Una de las soluciones fue la incluirse la posibilidad de apostar en los grandes eventos de eSports que se han producido durante estos meses, pero no es sencillo atraer a una gran cantidad de público a unas competiciones de las que carecen de conocimientos y a las que no tienen apego emocional. Otra de las medidas para diversificar y mantener cierto flujo de actividad ha sido involucrarse en apuestas de carácter político, como las elecciones primarias en Estados Unidos, pero la repercusión de estas medidas es muy limitada.

El cierre de los establecimientos físicos incrementa el impacto económico para unas compañías obligadas a aplicar ERTEs. Es preciso recordar que, en 2018, por ejemplo, hubo un gasto en España de 750 millones de euros en apuestas privadas, lo que haría que el dinero mensual que reciben estas empresas rondara los 62,5 millones de euros. Teniendo en cuenta que el parón se puede prolongar hasta bien entrado junio, o incluso julio, el desastre financiero para estas compañías no tiene parangón. Además, existe la incertidumbre de cómo la crisis económica derivada de la pandemia podrá afectar al mundo de las apuestas deportivas, pudiéndose dar el caso de que muchos reduzcan su actividad por aprietos económicos, aunque se tiene la esperanza de poder matizar algo el balance anual con las competiciones deportivas que se desarrollen durante el verano y otoño, siempre que no haya rebrotes, teniendo mucha esperanza en la Fórmula 1 y el fútbol, los eventos más atractivos y que mayor volumen de negocio generan.

Hay lugares donde esta crisis golpea con aún más fiereza, como Melilla y, sobre todo, Ceuta. Las dos ciudades autónomas se han especializado en el juego online con el fin de atraer inversiones, proponiendo ventajas fiscales muy apetecibles para este sector y compitiendo así con Malta o Gibraltar como centros neurálgicos de las apuestas deportivas en Europa, tal y como informa Expansion. Resulta evidente que el drama social del coronavirus será aún más acusado en estos lugares, que comenzaban a abrirse paso en el sector y que ahora han visto frenada en seco su tendencia al alza, con las implicaciones a nivel de puestos de trabajo que ello conllevará. Se ve la luz al final del túnel para las casas de apuestas, pero una vez salgan de él tendrán por delante un camino repleto de obstáculos hasta volver a alcanzar los niveles de facturación anteriores al coronavirus.

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