La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha puesto de manifiesto una vez más la importancia que tiene la seguridad y salud en el trabajo para proteger a los trabajadores. La continuidad de las actividades económicas y sociales son necesarias para el buen funcionamiento de la sociedad como también lo es el compromiso renovado de organismos, instituciones y empresas a la hora de mejorar las políticas de prevención de riesgos laborales y de salud pública. 

En Europa, millones de trabajadores entran en contacto con todo tipo de agentes químicos y biológicos que pueden resultar perjudiciales. Y es que, en casi todos los lugares de trabajo se pueden encontrar sustancias peligrosas, cualquier líquido, gas o sólido que represente un riesgo para la salud o la seguridad de la población trabajadora. 

Los riesgos para la salud

El contacto puntual o de forma prolongada con sustancias peligrosas en el trabajo puede producir efectos leves, como una simple irritación de ojos, o de efectos graves como el desarrollo de cánceres o malformaciones congénitas. Además, pueden ocasionar alergias, enfermedades en la piel, problemas reproductivos (tanto en hombres como mujeres), enfermedades respiratorias o envenenamiento.

Además, la pandemia nos ha hecho tomar más conciencia sobre los virus, bacterias y diferentes agentes biológicos a los que están especialmente expuestos trabajadores de ciertos sectores (sanitarios, atención al público, transportes, limpieza, entre otros), que suelen ser invisibles, pero que acarrean graves consecuencias para la salud. 

Medidas preventivas y gestión de sustancias peligrosas

Trabajar en un entorno laboral donde se pueda entrar en contacto con sustancias químicas, puede traer consigo muchos peligros. Dependiendo de la situación específica y del tipo de trabajo, los riesgos pueden variar enormemente, lo que hace que los equipos de protección individual como por ejemplo, guantes de trabajo, sean imprescindibles.

Además, hay que tener en cuenta aquellos grupos de trabajadores que por su condición especial conformen un grupo vulnerable, como es el caso de mujeres embarazadas, para las cuales la legislación contempla una protección especial.

Para proteger a los trabajadores y llevar a cabo un control de la exposición a agentes químicos, lo primero que tienen que realizar las empresas es una evaluación de riesgos. Seguidamente, se deben emprender acciones para eliminar o reducir los riesgos al máximo posible y, por último, hay que revisar y/o mejorar la eficacia de las medidas adoptadas. 

Nuevo marco estratégico sobre seguridad y salud en el trabajo 2021-2027

La mejora de la salud y la seguridad en el trabajo ha sido una de las principales preocupaciones de la Unión Europea desde la década de los ochenta del siglo XX. Gracias a la adopción de legislación a escala europea en este ámbito se han establecido unas normas mínimas de protección de los trabajadores, pudiendo los Estados miembros mantener o introducir medidas más rigurosas.

Recientemente, la Unión Europea ha publicado el nuevo marco estratégico sobre seguridad y salud en el trabajo 2021-2027. En un mundo cada día más globalizado, donde el lugar de trabajo se está volviendo un concepto más fluido y a medida que surgen nuevos modelos de negocio e industrias, la Comisión Europea ha pasado a definir cuáles son las prioridades y acciones clave para mejorar la seguridad y salud de la población trabajadora. 

Para dar respuesta a los nuevos retos se han planteado 3 objetivos:

1. Anticipar y gestionar el cambio en el nuevo mundo del trabajo provocado por las transiciones verde, digital y demográfica.
2. Mejorar la prevención de los accidentes y las enfermedades relacionadas con el trabajo.
3. Aumentar la preparación para posibles futuras amenazas a la salud.

El éxito del marco depende de su aplicación a escala de la UE, nacional, sectorial y empresarial, a través de una aplicación efectiva, el diálogo social, la financiación, la sensibilización.