BIETO RUBIDO

“Aquí no hay nadie objetivo. Yo defiendo la honestidad. Contar la verdad aunque no me guste”

“Aquí no hay nadie objetivo. Yo defiendo la honestidad. Contar la verdad aunque no me guste”
Bieito Rubido
Bieito Rubido
El periodista Bieito Rubido, ex director de ABC y La Voz de Galicia, ha presentado este jueves en la Biblioteca Pública de Ceuta su libro 'Contar la verdad' en el que repasa 40 años de profesión

En 40 años de periodismo, Bieito Rubido (Cedeira, La Coruña, 27 de septiembre de 1957) ha sobrevivido como director a tres presidentes de la Nación, Zapatero, Rajoy y Sánchez, y a uno de Galicia, Fraga, que vale por los otros tres. Ha dirigido La Voz de Galicia, ABC y ahora ha resucitado en versión digital la cabecera del diario católico El Debate, que en su día dirigiera Herrera Oria. Ha sido tertuliano de lo más granado de las ondas del centro derecha: Herrera, Del Olmo o Jiménez Losantos. Ha contado a pie de playa la hecatombe ecológica del Prestige, fue el primero en señalar al terrorismo islamista el 11M, ha vivido desde uno de los despachos más influyentes del país la moción de censura a Mariano Rajoy, la abdicación de Juan Carlos I… Y ahora, cuatro décadas después, aun sin apearse del periodismo, ha decidido plasmar en un libro, ‘Contar la verdad’ (Ed. Debate) sus memorias y sus reflexiones sobre “una profesión cruel pero necesaria”.

Un libro, mitad memorias, mitad una reflexión sobre el periodismo, que Bieito Rubido ha querido presentar en la Biblioteca Pública de Ceuta, contando para ello como anfitriona con la vicepresidenta de la Ciudad, Mabel Deu, a quien agradeció su presentación, “la más bonita que me han hecho, rivalizando con la de Rajoy”. No era la única política en la sala de usos múltiples de la Biblioteca. Entre el público escuchaban atentos Javier Guerrero y miembros del equipo de Vox.

Mabel Deu y Bieito Rubido

‘Contar la verdad’, confiesa Rubido haciendo honor al título, es una idea que le propuso la Editorial Debate tras su salida de la dirección de ABC y también propuso el título, que define el espíritu del trabajo. “Aquí no hay nadie objetivo, aquí objetivo solo hay el de esa cámara, que no tiene alma y los periodistas tienen alma. Yo lo que defiendo es la honestidad. Tengo que contar la verdad aunque no me guste”, explica. 

“Los periodistas en España no piden perdón”, reprocha, en defensa de la presunción de inocencia, habitualmente pisoteada en los medios y también por la Fiscalía, acusa

La vida le puso por delante dos ocasiones para demostrarlo. Dos ocasiones muy tristes y duras. La primera en su tierra: El Prestige, “una hecatombe ecológica que cubrimos a pie de playa” y de la que La Voz de Galicia, el diario que dirigía por aquel entonces, llevó a cabo una cobertura muy intensa y crítica cargando contra el PP de Fraga, recuerda sin esconder que tuvo que dejar a un lado sus afinidades políticas para contar la verdad. Una honestidad que tuvo su recompensa. La Voz de Galicia batió récords de ventas y la cobertura le valió premios internacionales, algo poco común en un periódico de provincias. La segunda prueba de honestidad llegó el 12 de marzo de 2004. Aquel día, La Voz de Galicia fue el único diario español que llegó a los kioscos señalando al terrorismo islamista como el autor del atentado más sangriento de la historia de España.

‘Contar la verdad’ es en parte un libro de memorias, sí,“no es un ajuste de cuentas”, aunque tenga una fuerte carga de crítica a la profesión. Por ejemplo: “Los periodistas en España no piden perdón”, reprocha, en defensa de la presunción de inocencia, habitualmente pisoteada en los medios y también por la Fiscalía, acusa. Otro ejemplo: “En España no hay periodismo de investigación, hay periodismo de filtración”.

“Los periodistas solo vemos fragmentos de la actualidad” y aún así deben contar la verdad.

Pero ‘Contar la verdad’ es también un manual para periodistas, a los que pide ser más humildes para ser mejores periodistas, para ser la “conciencia crítica del poder, que tiene muchos rostros” y recordar siempre que los periodistas son seres humanos y por tanto falibles. “Los periodistas solo vemos fragmentos de la actualidad” y aún así deben contar la verdad. Aunque también aquí hay límites, matiza, recordando la polémica entre Inmanuel Kant y Benjamin Constant, sobre el deber de decir la verdad. 

Uno de los muchos jefes que ha tenido Bieito Rubido en su vida defendía “contar la verdad aunque España se venga abajo”. “No. Para mí España es un valor superior a una exclusiva”.

Sala de Usos Múltiples de la Biblioteca

“Aquí no hay nadie objetivo. Yo defiendo la honestidad. Contar la verdad aunque no me guste”


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