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Carlos Salem: “Hago poesía urbana, un poco noctámbula y canalla, como mi vida”

Carlos Salem: “Hago poesía urbana, un poco noctámbula y canalla, como mi vida”
Carlos Salem, novelista
Carlos Salem, novelista

Carlos Salem (Buenos Aires, 1959), de negro riguroso, su inseparable pañuelo pirata, camiseta de Corto Maltés, mira sorprendido el yacimiento medieval meriní sobre el que se levanta la Biblioteca Pública. “¿Y esto? Este edificio no lo conocía yo…”. Salem, novelista, poeta y en su día director de El Faro, no pisaba Ceuta desde el siglo XX. “Veo la ciudad más grande de lo que la recordaba, más crecida”

Salem vuelve a Ceuta con su pasión bajo el brazo, la novela negra y el detective como esa figura literaria capaz de explicar el mundo contemporáneo. Un género dormido al que despertaron la listas de venta, aunque no toda la novela negra merece el mismo respeto de Carlos Salem y no lo esconde:  “Lo que sucede es que se vende, pero la buena novela policiaca no es la que más se vende, con la eclosión de la saga Milenium y todo esto de los suecos la industria, que no es sino eso, una industria editorial, no hablamos de cultura hablamos de industria y mercadeo”.

Salem prefiere al añorado Manuel Vázquez Montalbán y su Pepe Carvalho, o a su heredero directo, Andrea Camilleri -no en vano su detective se llama Montalbano-, novelistas que entienden la novela negra como una radiografía humana, perfecta para entender el contexto histórico, pasado o presente. “Era crónica de su tiempo, literatura de excelente calidad y no CSI. Ahora todo es CSI, encuentran un velo público y se resuelve el crimen”, compara defendiendo esa novela negra sociopolítica. Pero Salem, curiosamente, descarta seguir esa senda en su obra. “El que quiera saber del tráfico de órganos que vea un documental o lea un libro, yo como autor prefiero la novela negra de personajes”. No es lo único que descarta, de momento, también rechaza escribir una saga como la Carvalho o Montalbano. “me dan miedo las sagas, primero porque si triunfas eres esclavo y a mí me encanta fracasar”.

La novela negra y la realidad llevan unos años convergiendo, hasta el punto de hacer muy difícil distinguir una de otra. Pero la novela negra sigue teniendo ventaja, es la crónica histórica del tiempo reciente. “La novela no solo habla de crimen, habla del crimen como consecuencia de los sistemas, de la corrupción… Si pillas una novela de Raymond Chandler, que para mí es uno de la buena novela negra, del año 39 o el 40, está hablando de la corrupción. En Agatha Christie el malo era un resentido, de los años cuarenta a esta parte el asesino es el sistema, hasta el propio malo no es malo, hasta el propio Moriarty no existe, es el perfecto. No hay genios, los mayores delincuente son estúpidos”.

Salem, subraya, es novelista. La novela negra es circunstancial. “Y me dieron un premio, me han publicado en Francia.. Y de hecho mi nueva novela no es negra y mi editor me dice que la pública, pero está esperando otra, pero yo no voy a hacer novela negra siempre”. Su lado poético sigue ahí, en cada poema y en cada novela, “Una novela sin lirismo es un reportaje, la narrativa tiene una poética interna. Los crímenes ocurren por las pasiones más primigenias deseo, dinero, venganza, poder, sexo y la poesía también está llena de eso. Hago poesía urbana, un poco noctámbula, canalla, como mi vida”

Carlos Salem: “Hago poesía urbana, un poco noctámbula y canalla, como mi vida”


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