El Cerco de Numancia, el canto a la libertad de Cervantes


El Cerco de Numancia, el canto a la libertad de Cervantes

-Aún quedan entradas para el que es sin duda el acontecimiento teatral del año en Ceuta-Es su gran texto teatral, en el que demuestra su modernidad dando voz alas mujeres hace cuatro siglos

-La cita es este sábado, 21.00 horas, en el Teatro Auditorio del Revellín

Cervantes sabía bien lo que se siente cercado, atrapado. Lo conocía desde el lado de la víctima, soñando con la libertad en el cautiverio de Argel; pero también lo sabía cómo depredador, en el asedio de Amberes, cercado y rendido por los tercios españoles en 1585. Quizá por eso, al igual que Miguel de Cervantes, el espectador de El Cerco de Numancia lo vive desde ambos lados de la muralla. Una experiencia que los ceutíes podrán vivir en primera persona este sábado, 21.00 horas, en el Teatro del Revellín, con la puesta en escena de la obra de Cervantes, sin duda el acontecimiento teatral del año en Ceuta.

El Cerco de Numancia está considerada la mejor tragedia del Siglo de Oro español, pero en España preferíamos los Entremeses cervantinos y su obra magna fue cayendo en el olvido hasta que pusieron el foco sobre ella románticos alemanes como Goethe o Schopenhauer. Una de esas típicas injusticias propias de españoles que seguro no habría sorprendido a Cervantes.

Pero no esperen un texto patriotero, aunque esa haya sido su lectura durante mucho tiempo, sino un canto a la libertad, un canto además, colectivo en el que Roma y Numancia, romanos y numantinos no son sino un juego de espejos con el que Cervantes explica el tiempo que le tocó vivir y que, aún hoy, sirve para explicar nuestro mundo cuatro siglos después.

El Cerco de Numancia es, además, la prueba viva de la modernidad de un Cervantes que describe a unos numantinos que adoran a dioses llamados España o Duero; que da voz a las mujeres, ellas son las que abogan por morir antes que rendirse, una oda al ejercicio de la libertad del hombre aún en las condiciones más adversas, un canto al libre albedrío, a la voluntad de ser libre.

Bajo el texto de El Cerco de Numancia late también la experiencia del Cervantes soldado, del Cervantes preso, del Cervantes moralista y recio, pero también el Cervantes de la mirada crítica, el Cervantes más moderno y contemporáneo, el que decidió dar voz a las mujeres de Numancia, al pueblo entero. Es esa modernidad latente la que permite a un texto escrito hace cuatrocientos adaptarse con suma elasticidad a los tiempos modernos, a los nuevos cercos que nos rodean. Así lo entendió Verbo Producciones, responsables de la adaptación, que se sumergieron en el texto para extraer su esencia: una historia de supervivencia, de resistencia, de poder, de orgullo, de miedos. Una historia de amor en definitiva.

“Una obra que sobrecoge desde el minuto uno y prepara al espectador para resistir junto a los numantinos. Nueve actores y actrices en escena que claman a voz en grito”, anuncia la promoción preparando al espectador para un formato diferente. Esto no es una corrala, es un teatro del siglo XXI.

La obra, gran éxito del último Festival der Mérida, está dirigida por Paco Carrillo, con los actores Fernando Ramos, en el papel de Escipión, Ana García como Lira, Pedro Montero (Teógenes), Paca Velardiez (Marquina), Manuel Menárguez (Marandro), David Gutiérrez (León), Juan Carlos Tirado (Veterano) Jose Francisco Ramos (Novato)y Jesús Manchón (Máximo).

Eso sí, advertimos: si nos hacen caso y van el sábado el sábado al teatro, cuando se apaguen las luces y suba el telón, vivirán 20 años de asedio, odiará al Imperio Romano, sentirá que le falta el aire y la vida como a los numantinos, sufrirá una invasión, una enorme injusticia, sentirá la humillación de un pueblo milenario arrollado por un Imperio… resistiendo hasta la muerte codo a codo con Marandro y Lira.

El Cerco de Numancia, el canto a la libertad de Cervantes


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