NACHO CARRETERO

“Si Ceuta estuviese en EE.UU habría películas, series y novelas, porque lo que pasa aquí es infinito”

“Si Ceuta estuviese en EE.UU habría películas, series y novelas, porque lo que pasa aquí es infinito”
Nacho Carretero, autor de Fariña, este martes en la Biblioteca por el Día das letras galegas
Nacho Carretero, autor de Fariña, este martes en la Biblioteca por el Día das letras galegas
El escritor gallego que trajo a España la fusión del periodismo y la ficción repasa su trayectoria desde sus inicios como periodista hasta el éxito que le cambió la vida: ‘Fariña’

A Nacho Carretero le pueden las ganas por contar historias y no hay mejor manantial que el periodismo. Lo hizo con ‘Fariña’, el relato del narcotráfico en Galicia, pero también con el drama de Pablo Ibar en el corredor de la muerte, con el atentado yihadista de Las Ramblas o como está haciendo ahora con la serie documental que prepara sobre el crimen organizado en la Costa del Sol. 

Las historias están ahí fuera. También en Ceuta, una ciudad que, confiesa, le fascina. “Creo que Ceuta tiene una singularidad, una fuerza, una materia prima única. Me sucede también en Melilla, cada vez que vengo me sorprende el tremendo olvido que existe desde la Península. A nivel mediático, a nivel cultural, a todos los niveles. Y siempre digo que si Ceuta estuviese, que sé yo, en EE.UU, habría 10 películas, 4 series y 25 novelas, porque lo que pasa aquí es infinito. Ayer estuve dando una vuelta por la ciudad, por alguno de sus barrios y me contaban lo que había pasado en los últimos días. Si esto ocurre en un barrio de Madrid,  Barcelona o Sevilla estaría abriendo los telediarios y aquí, bueno, padece un poco el olvido en todos los sentidos”.

Ayer estuve dando una vuelta por la ciudad, por alguno de sus barrios y me contaban lo que había pasado en los últimos días. Si esto ocurre en un barrio de Madrid,  Barcelona o Sevilla estaría abriendo los telediarios y aquí, bueno, padece un poco el olvido en todos los sentidos”.

Carretero estaba este martes en Ceuta para celebrar el Día das Letras Galegas de la mano del Centro Gallego y la Biblioteca Pública. Un acto ya tradicional que llevaba dos años sin celebrarse y que en este 2022 de la vuelta a la normalidad han querido celebrar con el autor de ‘Fariña’. Una buena elección. La sala abarrotada de público, con espectadores incluso de pie, es la mejor prueba de ello. Y es que son muchos los méritos profesionales y literarios de Nacho Carretero, pero tal vez el de mayor relevancia a largo plazo es haber logrado importar a España algo muy habitual por ejemplo en el mercado anglosajón: la fusión del periodismo y la ficción.  La traducción de un gran reportaje en serie, película o documental. Lo hizo con ‘Fariña’ y ya no hay quien lo pare.

Nacho Carretero, en la Biblioteca en el Día das Letras Galegas
Nacho Carretero, en la Biblioteca en el Día das Letras Galegas

“Fariña’ nace de esa fascinación por lugares y fenómenos y por cosas que son distintas a todo lo demás”, explica Carretero. “Fariña’ nace de la inquietud de que en Galicia estaba —y está todavía— ocurriendo algo que no es muy normal , que es una actividad de narcotráfico, una narcocultura. Cuando estaba en Galicia y aun no era periodista sí que leía y veía cosas de otros lugares, como Gomorra (de Roberto Saviano), y pensaba que lo que estaba ocurriendo en Galicia debería ser contado de alguna manera. Lo que me movió a escribir ‘Fariña’ fueron las ganas de leer un libro como ‘Fariña’. Yo quería en realidad que alguien escribiese ‘Fariña’. Y lo digo sinceramente, escribí el libro que quería leer”. 

Romper el tabú

Pero para que alguien escribiera Fariña era necesario romper el tabú. “Parecía que hablar más allá de los límites de un artículo periodístico era frivolizar. Es al menos mi percepción. Cada vez que se hablaba de narcotráfico te decían: ‘narcotráfico hay en todas partes, ese es el estereotipo gallego, siempre igual’. Pero yo creo que hay un término medio entre el estereotipo y la burla y ocultar la realidad. Y eso de que el narcotráfico lo hay en todas partes, pues no. El narcotráfico existe en muchos sitios, pero un narcotráfico como el que había y hay en Galicia no lo hay en todas partes”. Romper ese tabú, recuerda Carretero, “ayudó a que empezásemos a hablar y no solo eso, empezáramos a hacer chistes y ridiculizar a los narcotraficantes. Hicimos una serie y una obra de teatro y pudimos hacer sátira y esto es algo muy sano, habla de una sociedad más moderna. Para mí ese es mi mayor orgullo, ver que de pronto los gallegos estábamos preparados para hablar de ello. Hablar de que tenemos un problema, tenemos esta miseria, pero podemos hablar de ello, podemos hacer una serie, escribir libros y burlarnos de nosotros mismos si lo necesitamos y para mí eso es lo que más satisfacción me da”.

Romper el tabú contando una historia que merecía ser contada era el punto de arranque, lo que no esperaba Carretero es todo lo que vino después. Y no hablamos solo el éxito. 

Tras dos meses en las librerías, Nacho Carretero recibió una llamada del jefe de contenidos de Movistar, Domingo Corral, interesado en convertir ‘Fariña’ en una serie. El proyecto se puso en marcha de la mano de una productora gallega, Bambú, y todo iba sobre ruedas. Por fin el periodismo y lo audiovisual se juntaban en un espacio que en España “era una asignatura pendiente”. Pero, cosas del mercado, la serie ya terminada acabó guardada en un cajón. Antena 3 no estaba segura, tenía dudas de si iba a funcionar y dejó el proyecto aparcado. 

El secuestro de ‘Fariña’ tuvo un efecto boomerang. El libro, que estaba funcionando muy bien en ventas, se convirtió de repente en un éxito arrollador y entonces Antena 3 ya sí se animo a estrenar la serie y el éxito del libro se trasladó a la televisión.

El secuestro de ‘Fariña’

Pero la vida, esa que a Carretero le procura sus mejores historias, se reservaba un giro de guión. “Un día llegó una querella de un ex alcalde gallego implicado en ciertos asuntos turbios y contra pronóstico la jueza de Colado Villalba tomó una medida cautelar que era el secuestro del libro, lo que me pilló de improviso. “Fue una turbulencia en mi vida tremenda. El foco mediático era muy grande, muy inesperado, muy indeseado y con todas estas cosas uno pierde el control. De pronto ‘Fariña’ estaba fuera de mi control y del de la editorial. Era una herramienta política, de la censura, coincidió en el tiempo con el rapero Valtònyc y con la retirada de una obra de arte de ARCO y se formó una corriente de opinión de que en España se censuraba. Una avalancha de intereses ajena a ti. (…) Como periodista me causó una gran frustración, tener que estar en mi casa con mi trabajo secuestrado, con mi esfuerzo por ser riguroso. Me frustró porque estaba prohibido y si está prohibido significa que no es verdad y los periodistas vivimos de la verdad, casi todos, y si nos quita la veracidad nos quitan todo. ¿Para esto me esfuerzo yo, para que venga una jueza y…? Casi prefiero que me dé una paliza un narco”.

LLeno en la Biblioteca para escuchar a Nacho Carretero
Lleno en la Biblioteca para escuchar a Nacho Carretero

El secuestro de ‘Fariña’ tuvo un efecto boomerang. El libro, que estaba funcionando muy bien en ventas, se convirtió de repente en un éxito arrollador y entonces Antena 3 ya sí se animo a estrenar la serie y el éxito del libro se trasladó a la televisión. “Fue un boom y hubo un cambio profesional y vital muy grande “, recuerda. El éxito de ‘Fariña’ le permitió lanzarse a otro proyecto en el que venia trabajando, la historia del español Pablo Ibar, sobrino del mítico boxeador Urtain, condenado a muerte. Una historia rocambolesca plagada de juicios anulados, ineficiencia en la defensa, y falta de pruebas, que también terminó convertida primero en libro y después en serie y que supuso el definitivo punto de inflexión en la vida de Nacho Carretero.

No me he jugado la vida

Carretero no se considera un valiente. Escribió ‘Fariña’ más por inconsciencia que por valentía, confiesa. “Hay que poner en su sitio lo que yo he hecho. No me he jugado la vida. El narcotráfico en Galicia es un fenómeno peligroso, donde hay criminales pero no es equiparable a otros crímenes organizados. Roberto Saviano y 80 periodistas italianos más están amenazados de muerte porque escribían sobre un fenómeno mafioso muy violento que ha matado a jueces, periodistas y fiscales. En el narcotráfico gallego nunca ha llegado a eso, de momento”.

Y en el Día das letras galegas y con el autor de ‘Fariña’ en la ciudad, era inevitable que saliese a colación el nombre de ese otro gallego ilustre que hoy visitaba Ceuta, Alberto Núñez Feijóo y su foto con el capo del contrabando Marcial Dorado, detenido en su día en la Operación Nécora y vinculado al lavado de dinero. 

El caso Feijóo

“Me falta un enlace de todo esto con la política. Estoy pensando en las fotos de Feijóo. ¿Cuál ha sido el grado de infiltración del narcotráfico en la política?”, planteaba uno de los asistentes a la conferencia de Nacho Carretero en el turno de preguntas. “Yo distinguiría las fotos de Feijóo y lo que fue la penetración del narcotráfico en la política, que fue muy grande. En los años 60 y 70, los años del contrabando de tabaco, había una connivencia cuando no muchos alcaldes eran contrabandistas ellos mismos. Celso Lorenzo, Terito, que era el jefe de los contrabandistas de tabaco. Su hijo mes contó que Terito iba a Santiago a buscar a Fraga cuando aterrizaba de Madrid y se iban juntos por la costa a hablar con la gente. Había algo cultural en aquello, aquellos contrabandistas eran esa figura que conocemos bien en Galicia del cacique, del benefactor socia. Había un vínculo inseparable del líder comunitario y el político. No se percibe como algo negativo. Cuando se da el salto al narcotráfico esa vinculación se diluye por porque muchos políticos le ven las orejas al lobo y se quieren alejar de eso. Pero eso no significa que desparezca, existe todavía. De hecho el PP de Pontevedra tuvo muchos problemas, se llegó a convertir en un partido con lazos directos y palpables con el narcotráfico y de ahí salió disparado Rajoy, que fue un hombre que no quiso meterse en eso, levantó la voz y fue amablemente invitado a irse si no comulgaba con ello”. 

“En mi opinión las fotos de Feijóo pertenecen a un  contexto en el que habla una aceptación entre el contrabando y la política. No creo que Feijóo tuviera nada que ver ni con el contrabando, ni mucho menos con el narcotráfico. Simplemente tenía la amistad con un hombre que se dedicaba a estas actividades. Él y muchos otros altos cargos de la Xunta de esa época, pero esos no llegaron a presidente y no rindieron cuentas ante nadie"

“En mi opinión las fotos de Feijóo pertenecen a aquel contexto en el que habla una cierta normalidad entre el contrabando y la política, una cierta aceptación. No creo que Feijóo tuviera nada que ver ni con el contrabando, ni mucho menos con el narcotráfico. Simplemente tenía la amistad, que no intentó negar, con un hombre que se dedicaba a estas actividades. Él y muchos otros altos cargos de la Xunta de esa época, pero esos no llegaron a presidente y no rindieron cuentas ante nadie. Pero él sí y cuando llegó a presidente era una sociedad que había madurado y ya no toleraba ciertas cosas. Esas fotos en un relevo generacional mental eran intolerables, o se suponía que eran intolerables y fíjate, Feijóo volvió a ganar con mayoría absoluta lo cual quiere decir que pervive cierta aceptación. Fuera de Galicia sí generó más incomprensión, pero al final lo que yo creo es que se sacó de contexto y se puso en otro y el escándalo floreció. Lo lo que creo es que era un escándalo lo suficiente como para inhabilitar a alguien pero el hecho de que Feijóo volviese a ganar nos debe hacer reflexionar y dice mucho sobre lo que todavía es y sigue siendo este tipo de actividades en Galicia. 

Tras ‘Fariña’ y ‘En el corredor de la muerte’ llegó ‘800 metros’, una serie documental de tres capítulos sobre los atentados de Las Ramblas que puede verse en Netflix. “Comprendí que habla un camino que se abría ante mí, la posibilidad de emprender mi propio proyecto audiovisual y fundé con Arturo Lezcano la productora Ailaleo”, explica recordando la génesis de una empresa audiovisual nacida para desarrollar como series de ficción sus investigaciones periodísticas. Un proyecto que tiene ya en marcha su primer fruto: “Estamos desarrollando una serie para Movistar sobre el crimen organizado en Marbella que nace de una investigación que hicimos para El País que se titula ‘Marbella. Sede Global del Crimen Organizado’ en la que hacemos un análisis de lo que está pasando en la Costa del Sol, donde habitan casi todas las mafias de Europa. Hablaba antes del olvido y de esas cosas que no se conocen, pues en Marbella hay toda una parte de atrás que tiene que ver con el narcotráfico, ajustes de cuentas, blanqueo de dinero, economía sumergida, corrupción política tan brutal que uno no se lo creería, así que vamos a hacer una serie documental para que no haga falta creérselo”.

La semilla de ‘Fariña’ se ha convertido hoy en un frondoso frutal del que salen nuevos proyectos basado en la idea de explora el mundo que nos rodea, “que no deja de ser también una  manera de hacer periodismo”.

“Si Ceuta estuviese en EE.UU habría películas, series y novelas, porque lo que pasa aquí es infinito”


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