DÍA INTERNACIONAL DE LA POESÍA

Ceuta pide la paz y la palabra para Ucrania

Ceuta pide la paz y la palabra para Ucrania
'Tu duermes, yo lo sé', poema de Vasyl Simonenko leído por Iryna Milovidova. Acto del Día Internacional de la Poesía en el Teatro Auditorio del Revellín. Ceuta
Una treintena  de ceutíes leyeron poemas de poetas ucranianos con una última rapsoda muy especial: Irina Milovidova, una joven ucraniana que leyó un bello poema de Vasyl Simonenko. Suya fue la última palabra: 

Mientras las bombas rusas arrasaban Mariupol, un puñado de personas en el otro extremo de Europa leían poemas para pedir la paz y la palabra para Ucrania. Un acto tan inútil como bello y necesario —o sea, pura poesía— con el que la Fundación Premio Convivencia y la Biblioteca Pública del Estado en Ceuta han querido celebrar el Día Internacional de la Poesía en colaboración con los músicos de la Ceuta International Symphony Orchestra (CISO), Eduardo Hernández, Mar Moya, Alicia Jiménez Regén y Manuel Bancalero. 

Un emotivo recital poético, que este año ha cambiado las Murallas Reales por el Teatro Auditorio del Revellín, en el que una treintena de ceutíes han recitado otros tantos poemas de autores ucranianos, enfrentando poesía contra las bombas, una forma de ganar el relato de la guerra, y enterrar en versos y paz el discurso “imperialista, agresivo, caduco, miserable y genocida" de Putin. “Poemas para ganar el discurso, poemas para ganar la palabra, para conquistar el relato, para apropiarnos de la canción”, reivindicó el director de la Biblioteca Pública en un emocionado prologo.

El dictador ruso fue el protagonista del primer poema, elegido por la Biblioteca para abrir el recital y teñido por Montse Taboada. Nueve versos demoledores de León Felipe, dedicados en su día a Franco a los que solo había que cambiar el nombre del destinatario para encajarlo en el presente: 

Putin… tuya es la hacienda…
la casa, el caballo y la pistola…

Mía es la voz antigua de la tierra.
Tú te quedas con todo
y me dejas desnudo y errante por el mundo…
mas yo te dejo mudo…¡mudo!

¿Y cómo vas a recoger el trigo
y a alimentar el fuego
si yo me llevo la canción?

Treinta y seis poemas de poetas ucranianos desde tasa Sevchenko y su ‘Musa’, leído por el presidente d ela Ciudad , Juan Vivas, o o el emocionante ‘A las estrellas’, que leyó la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos. Un escenario por el que desfilaron además de las autoridades pertinentes, varios miembros del Gobierno, como Mabel Deu o Carlos Rontomé; la directora provincial de Educación, Yolanda Rodríguez, el senador por Ceuta, David Muñoz, Maribel Lorente de Digmun, Juan Luis Aróstegui, Soni Darwin, Rafael Morata, Julio Basurco, Sabel Valriveras, Mohamed Mustaffa o Adil Mohamed entre muchos otros.

Un largo listado que tuvo su colofón con la última rapsoda. Irina Milovidova, una joven ucraniana que leyó un bello poema de Vasyl Simonenko, ‘Tu duermes, yo lo sé’. Suya fue la última palabra: 

Disonancia otoñal

Un cielo encrespado e impetuoso
descargó sus jirones sobre el bosque umbrío
arde con llamas opalinas
la blanca calvicie de su luna adormlada.

Con un clamoroso, aullador bramido
los vientos conducen al enjambre de nube
y detrás des su clamor les sigue
el deseo de reposar y caer en el sopor

Ceuta pide la paz y la palabra para Ucrania


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