Benjamín Prado vino por primera vez a Ceuta hace tres años, también con motivo de la Feria del Libro. Era, como en esta ocasión, un Encuentro con los Lectores en la Biblioteca, pero esta vez en el viaje se ha encontrado algo más que lectores:”Hoy he encontrado aquí el arranque de la próxima novela, publicaré un poemario en octubre, hace siete años que no publico poesía, pero estoy deseando ya ponerme a escribirla”.

Dando un paseo con José Antonio Alarcón, director de la Biblioteca Pública, Benjamín Prado se ha encontrado en las Murallas Reales con el arranque de la que será su próxima novela, la sexta entrega de la serie del detective contador de vidas, Juan Urbano, el protagonista de una suerte de novela negra-histórica con el que este escritor y poeta se da el gusto de recorrer el siglo XX “merodeando géneros”

Como es natural, no quiere adelantar nada. “Soy muy supersticioso”, dice sonriendo sin esconder cierta coquetería. Solo ha adelantado, en exclusiva para quienes han acudido a la Sala de Usos Múltiples de la Biblioteca, que si en anteriores novelas hablaba del robo de niños, de espías o de piratas, en esta próxima entrega de Juan Urbano, aun por escribir, posará su mirada sobre los dictadores, con las grandes novelas de Vargas Llosa, Roa Bastos o Miguel Ángel Asturias como referencias. Novelas “sobre la brutalidad de las dictaduras, sobre la locura de un hombre”. Historias universales, explica, “que si las lees en Argentina hablan de Videla, pero si las lees en España hablan de Franco”. Pero esa aventura de Juan Urbano es solo una idea anotada en un cuaderno, una sombra del futuro. En el presente, Benjamín dado llega a Ceuta con el último caso de Juan Urbano bajo el brazo: ‘Todo lo carga el diablo’, la novela que este miércoles presentaba en la Feria del Libro y el que demuestra una vez más por que Juan Urbano es el detective de “las páginas arrancadas de la historia”. 

Margot Moles y Ernestina Maenza, las dos primeras mujeres españolas que participaron en unos Juegos Olímpicos en la modalidad de esquí. Margot Moles era el ideograma de la mujer republicana, iba por Madrid en moto de gran cilindrada para gran escándalo”. Pero de Ernestina no sabemos nada. Su vida y obra se volatilizó.

‘Todo lo carga el diablo’ cuenta la historia de Margot Moles y Ernestina Maenza, las dos primeras mujeres españolas que participaron en unos Juegos Olímpicos en la modalidad de esquí alpino en los Juegos Olímpicos de Garmisch-Partenkirchen 1936, en Alemania, dentro del equipo español de esquí, en la primera edición de unos juegos de invierno en que estuvo presente España y con Hitler en el palco de honor. Dos nombres que deberían estar labrados en mármol en la historia del deporte español pero que fueron enterradas en el olvido. “Margot Moles era el ideograma de la mujer republicana, iba por Madrid en moto de gran cilindrada para gran escándalo”. Pero de Ernestina no sabemos nada. Su vida y obra se volatilizó. Se sabe que estuvo casada con el escritor director de cine Enrique Herreros, de la quinta de Tono, Mihura o Poncela, representante y descubridor de Sara Montiel. Y nada más. Su vida es un misterio y sus familiares vetaron en su día cualquier acercamiento a su historia. “Cuando no quieren contarlo es que hay una buena historia”, resume Benjamín Prado, que ha llenado por su cuenta todos los agujeros de la historia para crear una novela histórica, con tintes góticos con aroma a Jane Austen, explica, en el que las mujeres toman el protagonismo, con la industria farmacéutica como telón de fondo y el uso cruel de las instituciones psiquiátricas para deshacerse de quien resultaba molesto.

Una novela que huele también a pandemia, con las farmacéuticas y una vacuna cono nudo argumental, pero es casual. “Parece una novela al calor de la actualidad pero la empecé a escribir hace dos años. Otro capítulo más de la historia de España sobre el que este profesor de literatura metido a biógrafo por encargo posa su mirada y suelta sus citas de escritores del Siglo de Oro, recordando que “buscamos lejos lo que podemos encontrar aquí”. Y así, poco a poco, novela a novela, Benjamín Prado / Juan Urbano van arrojando luz sobre las partes de la historia arrinconadas en las zonas oscuras porque “la historia no solo la escriben los vencedores, también la borran”.