Diario de un superviviente
Isaac Abecasis
Isaac Abecasis

Isaac Abecasis Benzaquén presenta en Ceuta su libro “Mi lucha a muerte contra el coronavirus”, un conmovedor testimonio de la pandemia en primera persona.



“Cuando me preguntan qué le diría a un negacionista, simplemente me señalo la traqueotomía”. Isaac Abecasis Benzaquén (Tetuán, 1962) pasó 44 días en la UCI, 33 del ellos en coma inducido, por culpa de una neumonía bilateral provocada por el coronavirus Covid-19. Pero sobrevivió. Se dejó en el camino más de 24 kilos y toda la masa muscular. La de la traqueotomía, la sombra de un agujero en su cuello, no es la única cicatriz que le ha dejado la enfermedad. La ansiedad, el miedo, la angustia, son hoy sus inevitables compañeras. Contra la Covid luchó su sistema inmune y los médicos que lo trataron; contra el trauma siguiente se encargó él con ayuda de una psicóloga. De esa pelea con sus miedos nació un libro, casi un diario, en el que Isaac Abecasis Benzaquen cuenta su historia: “Mi lucha a muerte contra el coronavirus”. Un testimonio duro y conmovedor que este martes presentaba en la Biblioteca Pública ‘Adolfo Suárez’, rodeado por buena parte de la Comunidad Israelita de Ceuta, promotora del acto.

Abecasis ingresó en un hospital malagueño el 13 de marzo de 2020, 24 horas antes de que se decretara el estado de alarma. El mundo al que regresó era muy distinto, “más triste”. Salió el hospital a primeros de mayo del pasado año, casi tres meses después de su ingreso, pero por delante le quedaba aún mucha rehabilitación y, sobre todo, mucha terapia psicológica. Un día, la terapeuta le propuso volcar su experiencia en un libro, un testimonio vivo de la crudeza de la pandemia. Y aquí está, su testimonio, a medio camino entre el diario y el aviso a navegantes.

“El primer motivo, lo que me empujó a escribir el libro, fue porque después de pasar lo que he pasado, el síndrome post traumático, te deja unas secuelas y en la terapia te van sacando información, cuéntame, qué soñaste, qué te angustia… y un día la psicóloga me propuso que lo escribiera y otra de las motivaciones es la época esta en la que la gente y algunos famosos que decían que la mascarilla, que si el virus… Me di cuenta de que tengo que enseñar esto —dice señalando la cicatriz de la traqueotomía— esto es lo que yo he pasado y todo ese camino es el que cuento en el libro”.

“Yo he estado a un hilo de irme de este mundo”, resume. Su mejor recuerdo fue cuando le pasaron a planta. “Yo fui el último de la primera tanda de ingresos en UCI que salí de cuidados intensivos y el personal, los médicos, me hicieron un pasillo y me aplaudían y yo les decía los aplausos tienen que ser para vosotros”. 

El peor recuerdo, casi una pesadilla, fue cuando despertó tras 33 días en coma inducido y se encontró en una habitación blanca, con máquinas que emitían pitidos, sin poder hablar porque un un tubo le atravesaba la traquea y rodeado de personas emitidas en extraños trajes blancos que luego supo que eran equipos de protección individual (EPI). “Les dije que me quería ir, que me quitaba todo, que firmaba lo que fuera para exonerarles de cualquier responsabilidad pero el médico se acercó y me dijo si te quito esto te mueres, gracias a Dios estás mejor pero no te puedo desconectar”.

Jacob Hachuel e Isaac AbecasisBiblioteca Sala de Usios Múltiples

Todo aquello ya es un recuerdo, amargo pero pasado, pero la Covid aún se hace notar, como una enorme mochila de miedos que viajan con él. “Siento ansiedad, angustia, miedo a quedarme dormido y no despertar, si me duele la cabeza estoy como si me muriera, todo está magnificado, pero todo es lo mismo, es algo que voy a tener que pasar, cada paciente es diferente, puedes tardar un mes, dos meses o años…”. 

Un proceso que Isaac Abecasis ha volcado en un libro a modo de terapia, para él y para quien lo quiera leer. “Yo lo planteo como una terapia mía, en principio, fue mi psicóloga la que lo propuso. Te va a servir para exteriorizar lo que has pasado, de ahí pasó a un borrador, pero yo soy de ciencias, soy funcionario de la Agencia Tributaria en Málaga, no sabía por dónde empezar, hablé con compañeros que han hecho talleres literarios, hablé con Alberto Caliani y él ha sido mi guía…”

Pero el Isaac que empezó a sentir los primeros síntomas de la Covid en marzo de 2020 y el que hoy presenta en Ceuta “Mi lucha a muerte contra el coronavirus” son dos personas diferentes. Una era un tipo normal, un funcionario de Hacienda corriente y moliente. El otro, el que hoy presentaba su libro en la Biblioteca de la ciudad que le vio crecer es otro muy distinto. Es un superviviente. “Yo me noto completamente diferente. Antes tenía cierta apatía, tenía la rutina diaria, lo típico, sales del trabajo, te metes en casa y a lo mejor no tienes ganas de salir, pero ahora no. Ahora me quiero comer el mundo, lo que sea. Mi mujer me lo dice, eres otro”.

Diario de un superviviente


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