Tras dos años condicionados por culpa de la emergencia sanitaria, cientos de ceutíes han asistido, en la tarde de hoy, a la tradicional ofrenda floral en honor a la Virgen de África, acto que, como siempre, ha tenido lugar a las puertas de la parroquia patronal.

Había ganas y el cuerpo lo sabía. Las largas colas daban buena cuenta de ello. A pesar del calor, han sido muchos los feligreses que, ramo de flores en mano, no han dudado en agolparse en los aledaños de la iglesia varias horas antes de que diera comienzo la ceremonia, que ha arrancado sobre las ocho y media con una puesta en escena verdaderamente impecable.

El himno nacional ha hecho las veces de apertura de un acto cargado de emoción y profundo sentimiento. Los nervios estaban a flor de piel: los más devotos se han dejado invadir por la emoción durante la Eucaristía previa a la entrega de los obsequios florales.

Posteriormente, han tenido lugar los habituales desfiles, en los que participantes de toda condición (y, en algunos casos, de toda confesión) han rendido homenaje a la Patrona de la ciudad. Como manda la tradición, numerosos representantes públicos se han dejado ver por el lugar. A este respecto, las presencias más destacadas han sido las del presidente de la Ciudad, Juan Vivas (así como varios de sus consejeros), miembros de la oposición -como ha sido el caso del socialista Juan Gutiérrez-, funcionarios de la Delegación del Gobierno y autoridades del estamento militar.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, Policía local y Protección Civil han velado por la seguridad de todos los asistentes en un evento que no ha sido más que el «aperitivo» previo a la otra gran cita entre los ceutíes y su Virgen: la procesión que tendrá lugar mañana, viernes, sobre la misma hora.