La Ciudad Autónoma de Ceuta ha reducido a menos de la mitad su inversión en política cultural desde 2007, pasando de gastar 7,3 millones de euros en 2010 en gasto liquidado a 3,3 millones en 2015, según el Anuario de Estadísticas Culturales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Esto supone pasar de más de 93 euros por habitante y año hace siete años a poco menos de 40 euros por ceutí, apenas el valor de una entrada de teatro.

Del total de presupuesto, poco más de 1,2 millones se destinaron a artes escénicas (teatro, danza, conciertos y espectáculos), mientras que el grueso del presupuesto se destinó a gastos corrientes, según los datos del Ministerio, mientras que más de 300.000 euros se destinaron al capítulo de ‘bienes y servicios culturales’.

Así, mientras el Gobierno local destina 40 euros por habitante, los ceutíes y melillenses (en este capítulo los datos aparecen agregados) gastan al año 531 euros en bienes y servicios culturales, por encima de regiones mayores como Murcia o Extremadura, pero muy lejos de los 750 euros que gastan en cultura cada año catalanes, navarros y vascos, por ese orden. Es por ello que el empleo que genera este sector económico es residual en las ciudades autónomas. Tanto es así que Ceuta, Melilla, Cantabria, La Rioja y Extremadura suman 13.400 empleados en el sector mientras sólo Madrid tiene registrados más de 127.000.

Un desinterés público por la cultura que tiene dos efectos inmediatos: los ceutíes cada vez consumen menos cultura y los que lo hacen han de viajar para poder hacerlo. Así, sólo en 2015 se registraron 24.600 viajes cuyo destino era exclusivamente el consumo de cultura: conciertos, museos, exposiciones, teatro…. Uno de cada cinco viajes de ocio o vacaciones tenía la cultura como destino principal. Unos viajes en los que los ceutíes se gastaron 15 millones, según fuentes del MECD, una media de 618 euros por viaje.

Por otro lado, el consumo cultural cae lenta pero inexorablemente en los últimos años, en la mayoría de los casos siguiendo la tendencia nacional. Así, menos de un tercio de los ceutíes fueron a un museo o una exposición, menos de la mitad, un 48 por ciento, lee libros por placer, esto es, no relacionados con su profesión o sus estudios, y apenas un 31 por ciento compró uno; en torno al 18 por ciento va al teatro y un 4,6 por ciento dice asistir a espectáculos de danza o ballet.

Y aunque ocho de cada diez dicen escuchar música casi a diario, sólo un 14,3 por ciento asistió a un concierto y un 3 por ciento acudió a un recital de música clásica. Lo que también tiene su reflejo inmediato en la compra de música: en 2007 un 29 por ciento de los ceutíes había comprado un disco, hoy ese porcentaje cae al 7 por ciento (la media nacional ronda el 9 por ciento). La buena noticia está en que las descargas ilegales se redujeron a la mitad en estos siete últimos años, cayendo hasta el 123 por ciento, mientras que la compra de música pirata en mercadillos o puestos callejeros está ya en un residual 1 por ciento.